Las peras del olmo

El Trambahía, en menos de una semana, ya ha tenido que suspender su servicio porque lo terrorífico no está solo en su funcionamiento

Yolanda Vallejo

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Dicen que Stalin –fuerte empiezo- decía algo así como «un muerto es una tragedia. Un millón, una estadística», en referencia a que a todo se termina acostumbrando el cuerpo. El refranero español, que resulta siempre mucho más elegante y agradable de citar que el artífice ... de las purgas soviéticas, lo expresa de una manera más clara y más efectista, ya sabe usted, «lo poco espanta, y lo mucho amansa». No se puede llevar más razón. El primer árbol que se cayó en Cádiz fue una tragedia, el que se desplomó el pasado miércoles, a pocos metros de una terraza en García de Sola, era solo eso, otro árbol podrido, otra «caída puntual», que diría el Ayuntamiento, un número más que apuntar en la lista. Y nada más, así de acostumbrados estamos.

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