opinión

Viernes de Buena Muerte

Esperemos que nuestros vientos nos consigan una tregua y permitan que esta noche podamos disfrutar contemplando a nuestro Señor por las calles de Cádiz

Antonio Fernández Repeto

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ya nos ocurrió en los pasados carnavales, la lluvia, personificada en la borrasca Jana nos fastidió la fiesta. Desde entonces hasta hoy, cada cuatro o cinco días han venido visitándonos y dejándonos su impronta Konrad, Laurence, Martinho, Nuria y esta última Olivier que nos ha aguado los primeros días de la Semana Santa. Comentaba en una de mis últimas columnas, que ya estaba bien de tanta agua. Los pantanos y los humedales (sobre todo los de Doñana) ya están más que recuperados y los aljibes árabes de nuestras casas también están a rebosar. Antiguamente a estos frentes de lluvia que hoy conocemos con nombres y apellidos los llamábamos simplemente chaparrones y no sabíamos si eran macho o hembra ni tampoco sabíamos cuando nos pensaban atacar. Hoy, con tanta previsión y tanta AEMET sabemos, o al menos eso creemos, a que hora y en que minuto del día nos va a caer el aguacero. Pero no, todo no es tan sencillo, resulta que el pasado martes se reunieron en el consejo de hermandades de Cádiz y las cofradías acordaron retrasar 15 minutos sus salidas para que no les cogiera la lluvia. Pues mira por dónde, con tres de ellas en la calle el traidor Olivier había escondido una nube a los radares y les cayó una granizada de aúpa. Daba pena ver a todos esos cortejos deambulando por las calles «empapaitos» y sin saber dónde resguardarse.

Hoy, Viernes Santo, no sé cómo amanecerá, aquí en Cádiz por muchos pronósticos que haya todos sabemos que los vientos son los que mandan y la mayoría de las veces se ríen de las previsiones. Si sopla sureste y vienen nubes por La Caleta debemos echarnos a temblar y, por supuesto coger los paraguas. Desde ayer nos están anunciado que la próxima borrasca se llamara Pauline que ya viene de camino y según las predicciones llegará esta tarde, mira que graciosa. Esperemos que nuestros vientos nos consigan una tregua y permitan que esta noche podamos disfrutar contemplando a nuestro Señor por las calles de Cádiz. La obscuridad del cortejo solo iluminado por el rio de cirios encendidos y los cuatro hachones del paso, nos causan siempre una gran impresión y nos invita al recogimiento. Hoy es viernes de Buena Muerte.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación