Manuel Contreras - PUNTADAS SIN HILO

Mannequin challenge

El mannequin challenge no lo inventó una estudiante, sino Alfonso Guerra cuando dijo «el que se mueva no sale en la foto»

Manuel Contreras
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una de las consecuencias de la ultraglobalización —y la ultraidiotización— que ha traido internet es que cualquier anécdota rutinaria en una esquina perdida del planeta puede convertirse en muy poco tiempo en un fenómeno mundial. Hace unas semanas a una estudiante de un instituto de Jacksonville se le ocurrió la gracieta de quedarse petrificada en la puerta de la clase. Un compañero la grabó con su teléfono y subió el vídeo a la red, y en cuestión de horas se puso de moda entre los jóvenes esas coreografías petrificadas en las que parece que el tiempo se ha detenido. Bastó que algunos famosos se apuntaran a la tendencia, entre ellos Cristiano Ronaldo en calzoncillos marcando abdominales, para que todo el mundo se pusiera a hacer la estatua con gesto impertérrito.

La pantomima, ya saben, se llama mannequin challenge, y demuestra que el hombre proviene del mono, pues constata nuestra propensión a repetir cualquier comportamiento que ve por muy absurdo que sea.

Lo más curioso del asunto, sin embargo, es que esta exaltación del mutismo que se celebra como la última genialidad de la red no es ningún invento moderno. El desafío de la quietud ya era un divertimento cuando yo era un crío. ¿O no han jugado ustedes al un, dos, tres pollito inglés? ¿En las reuniones familiares no han retado nunca a uno de los niños a aguantar con el gesto impávido mientras el resto de los primos le hacían morisquetas para provocarle la risa? ¿No se hicieron nunca el muerto durante un juego y lo pasaron mal cuando les empezaba a picar la nariz? La imperturbabilidad siempre ha sido un desafío divertido, aunque entonces no se llamara mannequin challenge.

No han inventado nada nuevo, pero con la capacidad de movilización popular de internet no sería descartable que en breve veamos el primer campeonato mundial de mannequin challenge. Ojalá. Si así fuera la Junta de Andalucía tendría que andar astuta y presentarse de inmediato con la absoluta seguridad de que obtendría el primer puesto: a ver si hay alguien capaz de llevar, como nuestra administración autonómica, 38 años haciendo la estatua. Casi cuatro décadas de entrenamiento en esto del arte de la imperturbación. Casi cuatro décadas con el mismo partido gobernando, con el mismo problema crónico de desempleo, con el mismo diferencial respecto a otras regiones. En Andalucía el mannequin challenge no es un desafío, es un logro consolidado. Aquí el reto es más bien al revés, encontrar la forma de que algo se mueva en esta tierra bendita. Así que no nos vengan los americanos con bravuconadas. En realidad el mannequin challenge no lo inventó ninguna estudiante de Jacksonville, sino Alfonso Guerra hace treinta años, cuando dijo aquello de que el que se mueva no sale en la foto. Y los suyos se quedaron como estatuas sin necesidad de teléfonos móviles que grabasen.

Ver los comentarios