OPINIÓN
Patrimonio de mi humanidad
¿Qué más quieres Unesco?
El tango de La Viña. La voz del Carli. Los estribillos de Los Niños. Currito el de la Cruzcampo. Los popurrís de Martínez Ares. El compromiso de Bienvenido. La sonrisa del Sheriff. Los despistes del Peña. Los tipos del Selu. El cajonazo de Los Cubatas. Cantinflas en San Antonio. El Gómez en Macías Rete. El bombazo de Las Viudas. Blancanieves sin guitarra. Mi niño disfrazado de león. El moscatel en La Bombilla. Los pasodobles de Tino. La pasión de Antonio Martín. Las bateas en la Plaza. El frío en el foso. Las carreras hacia el Paraíso. La poesía de Juan Carlos. Los cuplés del Vera. Las últimas coplas en Armengual. El salto al vacío en la Torre Tavira. Los punteaos de Pacoli. El ocaso de las ninfas. El carisma del Love. Los bocadillos de Paco Culo. Las Niñas dueñas de la calle. Los jueves en La Palma. Los dedos señalando el palco. Las locuras del Morera.
Los cartelones del Ketama. Los coros en La Curva. Los ensayos en La Caleta. Los besos de casapuerta. Las risas de mi gente. La emoción desbordada. Las escaleras de Medicina. Las cintas de El Melli. Los pases de la carpa. El vídeo preparado para la Final. Las colas en el Falla. Una copla en una noche electoral. Las músicas del Noly. Me han dicho que el amarillo. La genialidad del Yuyu. El último pase de Las Pitorrisas. Las barbacoas con banda sonora. La resaca de los martes. La tristeza de los fuegos artificiales. Los nervios del veredicto. Jurado cabrón. Las preliminares en directo. Las crónicas de Enrique Alcina.
El cachondeo con la cabalgata. Los colores de las Momias. La levantera de los herederos. Las fotos en el ambigú. El olor de La Bella Italia. Los vellos de punta. El nudo en la garganta. La carcajada presta. La pija vestida de hippie. La hippie piando por Cai. Meneo pá acá, meneo pá allá. Las animadoras una semana antes. El pescaíto en Candelaria. Las montañas de serpentinas. La alegría en los ojos de un niño. Andalucía enamorada de Cádiz. Cádiz regalándose al mundo. El arte en las venas. La cultura en la boca. El patrimonio de mi humanidad. ¿Qué más quieres Unesco?
