OPINIÓN

Domingo solidario

Sea como y cuando sea los corazones azules podrán contar siempre con los nuestros

Patricia Gallardo

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No suelo mezclar mi faceta de escritora con mi faceta profesional, no porque estén desvinculadas ni mucho menos, al fin y al cabo forman parte de lo que soy, sino porque creo que todos tenemos muchas versiones de uno mismo listas para ser explotadas y disfrutar de los matices que se aportan. Dicho esto, comentaré que el domingo pasado participé en la carrera «Ruta 091 kilómetros solidarios» que organiza la policía nacional a lo largo de toda la geografía española, siendo esta que menciono su segunda edición en San Fernando. Sí ya sé que no hace mucho hablé de otra carrera popular en la que participé, pero en aquella ocasión lo hice simplemente como Patricia, y en esta última (y aquí el porqué de mencionar mi faceta profesional) lo hice como la cabo Gallardo del Centro de Formación de Tropa Nº 2 formando parte de la solidaridad de toda una institución.

La gente cuando piensa en las Fuerzas Armadas, normalmente piensa en lo que se ve en los desfiles del día de la Hispanidad o en el DIFAS, o en los vídeos de captación o documentales de misiones en el extranjero, o lo que sale en las noticias, pero realmente no ven a sus miembros como servidores públicos que actúan con arreglo a varios principios (no los voy a decir todos, tranquilos) tales como la ejemplaridad, la accesibilidad, la honradez y la promoción del entorno cultural y medio ambiental, entre otros, actuando a su vez como modelo de ciudadanía. Así que cuando asociaciones benéficas, en este caso la Asociación de Familiares y Enfermos de Epilepsia (AFEDE) e instituciones hermanas, como en este caso el Cuerpo de Policía Nacional, nos invitan a participar en algún evento deportivo allá que vamos, no solo por la satisfacción del deber cumplido, sino porque las FAS y la ciudadanía somos uno.

Y porque aparte de toda esta perorata tan formal, nos divertimos mucho cada vez que corremos juntos. Nos gustan esos piques sanos entre los corredores civiles y los de la «mili», no reímos a toro pasado, o al menos yo lo hago, del trabajito que nos ha costado pasar esta o aquella cuesta. Nos gusta cómo los vecinos de San Fernando (y amigos como es el caso de Don Antonio, nuestro Alumno Honorífico) se asoman a las calles para animarnos y para aplaudir a los casi mil AMPTM (o reclutas como se decía antaño) que participaban en esta edición mientras cantaban nuestras canciones de instrucción más tradicionales, ondeando los banderines de compañía al viento, y menudo viento que hizo todo hay que decirlo; nos gusta cómo tiramos unos de otros para que nadie se quede atrás, pero sobre todo nos gusta sentir el cariño con que nos trata la gente en general, y la organización en particular.

Pero ojo, no quiero dar todo el mérito a nuestra participación, porque la carrera también contó con la participación de la organización Carros de Fuego, ONG que pretende la integración de personas con diversidad funcional a través del deporte adaptado, quienes allá que fueron con sus carros corredores. A ello se le sumó una barra solidaria que montó la Hermandad del Prendimiento para recaudar fondos para su bolsa de caridad. En resumen que pasamos un bonito domingo entre amigos, helicópteros y preciosos caballos. Eso sí, si he de poner alguna pega me gustaría sugerir a la organización que para la próxima carrera que haga la monte a la fresquita, que en junio por la mañana, aunque sea tempranito, ya hace «una poquita de caló». En fin, sea como y cuando sea los corazones azules podrán contar siempre con los nuestros.

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