OPINIÓN

Un concejal de fiestas cuartetero

La democracia y ser demócrata es otra cosa. El respeto a lo que vota la mayoría es indiscutible, aunque no nos guste

Nandi Migueles

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Una vez pasadas las elecciones y con el partido popular en mayoría absoluta, entiendo que la concejalía de fiestas, o como la vayan a llamar ahora, pasará a manos de José Manuel Cossi. Se supone que será el más cualificado por aquello de estar involucrado de lleno en el carnaval siendo autor del cuarteto de nuestro amigo Gago.

Cossi era una de las personas que sonó como alcaldable entre los populares, siendo esta cualidad carismática muy interesante para poder tratar los contenidos que le propondremos el ganado que formamos los dichosos carnavaleros.

Solo lo conozco en su labor de oposición y de cruzarnos en la vida por varios motivos personales que no vienen al caso. Durante su turno como concejal opositor me ha parecido que tenía buen talante, nada agresivo, ha utilizado siempre un tono amable en su lenguaje crítico con un discurso normalmente conciliador. Educado y cuidando las formas.

Dicen por ahí que vive en un mundo rodeado de rojos, esto lo indican por nosotros los carnavaleros, porque piensan que todos somos de izquierdas, créanme si les digo que hay mucha gente de derechas en todas las agrupaciones.

En mi caso expreso visiblemente que siempre me decanté por ser de izquierdas, por convicción y porque también me venía de familia. Republicano, de izquierdas y ateo. Recalco lo de izquierdas detrás de republicano, porque aún hay muchos que ignoran que las repúblicas existen de izquierdas y de derechas, de hecho, en España históricamente ha habido movimientos y partidos defensores de la república en todo su espectro político, desde la izquierda radical hasta partidos liberales, nacionalistas o de derechas. Aclarado esto vengo a decir que el bueno de Cossi no estará solo en un mundo de rojos, conozco muchos autores de postín que escriben a la igualdad, al feminismo y a los derechos de los trabajadores, donde luego despotricaban con fuerza cuando aprobaron la subida del salario mínimo interprofesional a 1080 euros o sacaban los restos del dictador Franco del valle de los caídos o de Queipo de Llano de la basílica de la Macarena.

En este mundo de las carnestolendas hay de todo, es un reflejo de la sociedad. Muchos autores, intérpretes y ejecutantes de nuestras agrupaciones oficiales y callejeras, aunque parezca lo contrario, comulgan más con las ideas de Feijoo y Abascal que con las de Sánchez o Yolanda Díaz. Aunque piensen una cosa y escriban otra por su cobardía o por su falta de personalidad.

La democracia y ser demócrata es otra cosa. El respeto a lo que vota la mayoría es indiscutible, aunque no nos guste.

Aunque no siempre estuve de acuerdo en sus decisiones ahora es momento de agradecer a la concejala saliente Lola Cazalilla. Una mujer entregada a la causa, con un talante dialogante y comprensivo, donde tuvo el infortunio de sorprenderle una pandemia que supo aguantar reciamente como luchadora que es los envites de unos y otros en unos momentos muy difíciles. Mil gracias por todo, demostraste ser una gran mujer y una gran trabajadora.

Al concejal entrante desearle mucha suerte, ansiando que mantenga su carácter afable y que no camine hacia atrás en lo conseguido hasta ahora. Predecesores en su cargo de su partido como Vicente Sánchez o Juan Antonio Guerrero fueron personas tolerantes que escuchaban nuestras peticiones, nunca fueron un problema infranqueable para nuestra gente.

Espero que ser cuartetero le ayude a comprender nuestras inquietudes y peticiones con más facilidad por ser del gremio.

Blam Blam.

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