OPINIÓN
Luka y Carletto
Ese muro no es físico como fue el de Berlín y no podemos coleccionar trozos como «souvenir», pero existe
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Luka y Carletto, Carletto y Luka. Modric y Ancelotti, Ancelotti y Modric. Dos nombres propios de personas que, no habiendo en España, encontraron durante aproximadamente una década, su «lugar» en nuestro país. Seguramente ellos hayan sido felices aquí pero lo más importante es que han ... hecho felices a cientos de miles de personas.
No pretendo que estas líneas sean una reseña biográfica, para eso existen ya varios libros, uno de ellos sobre Modric escrito por un buen amigo. No pretendo tampoco hacer una oda al madridismo, ya que, como con el Cádiz C.F. éste, además, no sería el mejor año. El objetivo es simplemente, dejar sobre este folio en «blanco» dos reflexiones humanas y que van más allá del fútbol y de los colores.
Primera enseñanza. Comenzando precisamente por Luka Modric, «ese niño de la guerra», su paso por el Real Madrid nos enseña algo realmente esperanzador. Casi una metáfora futbolística de esa frase bíblica que dice «la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular». Y es que, para el que no lo recuerde, los inicios de Luka en el club fueron muy difíciles. Costó que se entendiera su talento y fue criticado por muchos. Modric es el ejemplo de que la impresión inicial, a veces, puede no ser la definitiva y que es bueno dar segundas oportunidades.
Segunda enseñanza. Siguiendo con «Carletto», con Carlo Ancelotti que, aunque como todo ser humano, a veces, haya tomado decisiones que el entrenador que llevamos todos en nuestro interior no entienda, su figura enseña que liderazgo no es, necesariamente, igual a más protagonismo. Se puede ser el líder de un grupo, indicarle el camino, pero dejar que otros brillen, sin necesidad de imponer o de obligar a nadie con un látigo. Y liderar, además, para que otros que tú formaste te acaben sucediendo.
El fútbol nos entretiene, es amado y odiado a partes iguales. Si sabemos leerlo entre líneas, yendo más allá, como otras cosas de la vida nos deja enseñanzas muy bonitas. Es, además, de lo poco que queda en este mundo que se transmite de generación en generación y que cose los lazos familiares. Que Luka y Carletto dejen el Madrid por diferentes circunstancias es inevitable que nos provoque un vacío a muchos en el corazón. Sin embargo, nos enseña, además de lo anterior, que casi nada en la vida es Eterno, pero que, en palabras del propio Modric, lo importante no es entristecerse porque acabó si no alegrarse porque ocurrió.