OPINIÓN
CV falsos y el «y tú más»
La lista de responsables públicos con hojas de vida infladas o directamente falsas recorre todo el arco parlamentario y lleva años sumando nombres
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Iniciar sesiónLa integridad de la política nacional vuelve a estar bajo los focos por una doble crisis: la de la credibilidad institucional y la del debate político reducido al «y tú más». La dimisión de Noelia Núñez, diputada del Partido Popular, tras admitirse tres versiones inconsistentes ... de su trayectoria académica —ni abogada, ni filóloga, ni politóloga— ha revivido un patrón demasiado conocido en nuestra democracia. «Nunca he tenido intención de engañar a nadie», declaraba, antes de reconocer la incompatibilidad de sus afirmaciones con los hechos y presentar la dimisión.
No se trata de un caso aislado. La lista de responsables públicos con hojas de vida infladas o directamente falsas recorre todo el arco parlamentario y lleva años sumando nombres. Desde la «doctora fake» Narbona a la doble licenciatura no existente de Pilar Bernabé en el PSOE, pasando por la saga PP de Casado y Cifuentes con sus másteres bajo sospecha.
Y ni que decir tiene que la respuesta de los partidos rara vez es ejemplar. Abunda la negación, las explicaciones imprecisas o el recurso del error involuntario. Solo cuando la evidencia es irrefutable llegan las disculpas y rara vez la dimisión. La exigencia de ejemplaridad parece depender del color político del adversario. Lo que en el rival exige dimisión fulminante se convierte, si es propio, en excusa, matiz o petición de segunda oportunidad, y cada revelación de un CV falseado es rápidamente enmarcada en un listado de agravios donde, más que reparar el daño a la confianza pública, importa erosionar al contrario.
El resultado final es que ni las rectificaciones extemporáneas ni el ensañamiento con el rival devuelven dignidad a las instituciones. Solo un estándar inequívoco —dimisión inmediata y rendición transparente— puede empezar a restaurar el vínculo roto entre representantes y representados. Hasta entonces, las dimisiones y la marea del «y tú más» solo recordarán a la ciudadanía que la ejemplaridad política sigue siendo, demasiadas veces, una asignatura pendiente.
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