Mucho más que un tercer carril

¿Qué ha cambiado en tan escaso periodo de tiempo? Quizás tenga algo que ver los comicios de mayo y diciembre. Tal vez sí y tal vez también, porque se presume como una medida puramente electoralista que pese a la ingente cantidad de dinero prometido recaba más dudas y críticas que alegrías y enhorabuenas.

Se presenta como un parche cuando la carretera necesita de una reforma integral. Resulta dramático el abandono en el que se encuentra sumida desde que la concesionaria supo que perdía su bocado más la inacción pública desde que la asumió el Ministerio. El firme maltrecho especialmente desde las Cabezas a Jerez y el mínimo mantenimiento son factores más peligrosos para el usuario que los atascos y los embotellamientos.

Hay quienes han centrado sus críticas en el tramo que acogerá ese tercer carril, pues se sitúa en la provincia de Sevilla. Aparte de la enésima metedura de pata del ínclito alcalde José María González 'Kichi', que confunde administraciones y competencias pese a sumar ya ocho años en el poder (aunque hace tiempo que ya no está), es lógico que se amplíe la vía en aquellos puntos donde hay congestión de tráfico, pues hacerlo del Cuervo a la Tacita es realmente absurdo.

Pero lo que sí necesita, y merece, esta provincia es ese reclamado desdoblamiento de la N-IV entre Jerez y Los Palacios que mejoraría la conectividad pensando especialmente en el transporte diario de mercancías. Un proyecto que parece haber quedado sepultado tras la liberalización de la autopista.

El fin del peaje era una reclamación unánime de todos los sectores. Pero las gestiones han sido tan fallidas que hay usuarios dispuestos a pagar una pequeña cuota para su conservación y para evitarse los atascos en los picos de verano. Un fallo en el sistema que obliga a replantearse si no hay que hacer mucho más que prometer un tercer carril.