El proyecto de Kichi y Teresa se queda solo

Llama la atención que este proceso de unidad que ha dejado fuera a Kichi cuente con políticos que aún son compañeros del alcalde. En la asamblea del pasado jueves pudieron verse rostros como el de Eva Tubío y Rocío Sáez, conmilitonas de José María González y, a no ser que haya un giro dramático de los acontecimientos, futuras rivales.

Habría que preguntarse cómo de fáciles (entiéndase la ironía) han tenido que ser las relaciones dentro del equipo Gobierno en estos cuatro de años de alianza formal (más allá de la entrada en el gobierno del primer mandato) para que los miembros de Izquierda Unida y las distintas confluencias y disidencias de la siempre impredecible izquierda hayan decidido cambiar de caballo antes de cruzar el río. Hasta el que ha sido el edecán del alcalde, Martín Vila, se ha mantenido en un discretísimo segundo plano desde el encontronazo por las terrazas de La Viña y anunció que no volvería a concurrir a las elecciones.

Una vez más, Kichi se queda solo. No sólo ha ido perdiendo el apoyo de la calle sino que sus compañeros quieren tomar distancia con quien decía que venía a buscar consensos. Nigérrimo panorama el que se le presenta al actual regidor para revalidar su cargo. Ni su estrategia de dilatar la decisión de presentarse le ha hecho ganarse las simpatías entre una comunidad de gaditanos que ya no quiere tenerlo cerca.