El Apunte
El golf como ejemplo para el futuro
Esta variante turística, de alto poder adquisitivo, permite romper la estacionalidad en un sector clave
Por más que unos pocos sectarios ideologizados quieran proclamar lo contrario, el turismo es y será el gran elemento tractor de la economía gaditana. El sector servicios es el único que logra con holgura generar empleo en varias etapas del año, cada vez más largas. Y aunque la temporalidad siga siendo la asignatura pendiente, cada vez tiene un impacto menor gracias a que otras fórmulas turísticas permiten compensar los huecos que deja el 'solyplaya' con la llegada de visitantes durante etapas alejadas del verano, la última primavera o el primer otoño. La realidad incuestionable es que si el turismo se resfriase, toda la economía gaditana entraría en colapso por enfermedad. Afortunadamente, tras el duro golpe causado por el Covid-19 a escala mundial durante 2020 y 2021, las cifras remontan, los visitantes son incluso más que antes de esa etapa y los datos de ocupación son buenos.
Pero el reto aún es que el destino turístico sea más amplio en lo temporal, que se extienda también a los meses de invierno, a los más tardíos del otoño y los más tempraneros de la primavera. Potenciar fórmulas diferentes a la de playa es la clave. El turismo cultural, el gastronómico y el de cruceros tienen esa función. Pero ninguno de ellos tiene el potencial del deportivo, con las variantes del windsurf (sobre todo alrededor de Tarifa) y el golf como grandes estrellas. Que la provincia de Cádiz es el mejor destino turístico al margen del verano es una idea indiscutible, más aún en este invierno que se presenta tan inhóspito en el Norte de Europa y en Centroeuropa.
Se trata de difundir la provincia en esos mercados de aficionados al golf con una oferta casi imbatible. La combinación de clima, infraestructuras, campos, servicios y transporte aguanta poca comparación. Ni siquiera Catar o países de su entorno, tan en boga desde el inicio del Mundial de Fútbol de este domingo se pueden igualar. El objetivo, cada vez más cercano, es ampliar y fidelizar (el 65% ya repite) un turismo como el de golf que tiene un impacto anual de 764,2 millones de euros en la provincia, con un alto poder adquisitivo (122 euros por turista y día de gasto medio) que puede permitir que grandes complejos hoteleros permanezcan abiertos todo el año. Con el impacto en el empleo que eso supone. Toca ahora hacer una apuesta en común entre empresarios y autoridades para mantener este avance en velocidad de crucero.
