opinión
La red de pescar
«Las paredes de cristal, que propusieron en su día, cada vez están más sucias y más opacas»
Al final, aunque aún queda mucho, el alcalde resolvió la duda y cumplió con su palabra y ha hecho pública su decisión de no volverse a presentar a las próximas elecciones. La verdad que, por un lado me parece un acto de valentía y de coherencia política, él dijo que solo iba a estar dos mandatos y así será, pero, por otro lado, no sé si esa decisión corresponde al hecho de que está viendo que cada vez tiene menos apoyos entre el pueblo de Cádiz. Me da que las encuestas que están manejando en su partido no tienen que ser muy favorables a la hora de revalidar lo que actualmente tienen o, incluso, llegar a conseguir ese concejal de más que le falta para llegar a obtener la mayoría absoluta.
Ahora se abre un periodo de lucha internas dentro de la formación de extrema izquierda para ver quien ocupa el puesto de líder en el partido. Dos son los nombres que están sonando en la actualidad, incluso se está realizando una encuesta telefónica en la que ya preguntan por ellos, Lola Cazalilla, la actual concejala de Fiestas y Cultura, y David de la Cruz, periodista y jefe de discursos del Kichi.
Sea el que sea, le queda una difícil papeleta, encargarse de dar la cara frente a un electorado desencantado con la propuesta de renovación que hiciera el alcalde y los suyos hace ocho años. En la actualidad de ese discurso político de venir del pueblo para el pueblo, de asaltar las instituciones democráticas que, según ellos, estaban obsoletas, o de las fotos en compañía de Pablo Iglesias y compañía, no queda más que un vago recuerdo en las hemerotecas.
Las paredes de cristal, que propusieron en su día, cada vez están más sucias y más opacas. Eléctrica de Cádiz, Emasa y los aparcamientos, las decisiones del ayuntamiento y actitudes poco democráticas han ido empañando dichas paredes, llegando al punto que, hoy en día, hay muchísimas decisiones tomadas por el equipo de gobierno que han sido tomadas sin explicación alguna, ya no solo al resto de formaciones que forman parte del arco político del Pleno, sino a los propios ciudadanos. Lejos, muy lejos, quedan esos días en los que se plantaban en una plaza de Cádiz para celebrar sus famosos círculos ciudadanos y exponer lo que iban a hacer. Claro está que esos días eran los de prometer y meter, la papeleta en la urna no sean mal pensados, y una vez metida pues eso, nada de lo prometido.
Conociendo como suele actuar los partidos de izquierda y de extrema izquierda, habrá un candidato oficialista y otro al que no querrán. El oficialista se llevará todos los parabienes del Kichi y los suyos y al otro le harán la vida imposible a expensas de que se agote por el camino y decida no llegar a las, tan cacareadas, primarias de la izquierda, que al final son el mayor timo de esa presunta democracia interna, porque al final saldrá el que quieran ellos o si no harán todo lo posible para que las votaciones se anule, Y, ojo, que esto también va para lo que el día 11 de diciembre puede pasar en el PSOE y que, desde aquí, le doy todo mi animo a mi amiga, colega y ahijada profesional, Rosa de la Flor.
La realidad es que se abre un proceso en Adelante Andalucía en el que las puñaladas que le dieron a Julio Cesar van a ser una mera anécdota.
