opinión
En memoria de Juan de Oviedo
Hace unas semanas se cumplió el 400 aniversario de la muerte de este arquitecto sevillano, que también dejó huella en el urbanismo, la arquitectura y las defensas gaditanas
Hace unas semanas se cumplió el 400º aniversario de la muerte de este arquitecto sevillano, que también dejó huella en el urbanismo, la arquitectura y las defensas gaditanas. Juan de Oviedo y de la Bandera, nace en Sevilla en 1565, dentro de una familia de ... afamados retablistas y escultores. Su padre Juan de Oviedo el Viejo, abulense, -a veces los apellidos, en su tiempo topónimos de nacimiento, nos inducen a errores-, regía un taller de gran prestigio y estaba emparentado con otros buenos tallistas y escultores como Juan Bautista el Viejo (Cristo de Burgos) o Miguel Adán (Retablo de Santa María de Arcos).
Sevilla y Cádiz se convirtieron en el gran destino y mecenazgo del XV al XVI. La expansión de las ciudades con sus palacios, conventos, monasterios, iglesias, etc. generaban nuevas necesidades y exigentes destinos para América, que debían abastecerse con mucha mano de obra y talento. Juan de Oviedo en Sevilla y Cádiz, desarrolla su carrera profesional de enorme influencia y amplitud artística. Gracias a sus dotes personales de enorme valía y empatía, rodeado de buenas amistades como los Alcalá, Olivares, Medina Sidonia y Medinaceli, consigue un patrocinio que lo elevan socialmente. Termina su vida en mayo de 1625, defendiendo San Salvador de Brasil, por un cañonazo que le cercena una pierna y lo desangra, como Ingeniero Jefe militar de Felipe IV.
Las memorias de grandes artistas como Oviedo, no se consolidan como merecen. Corren tiempos de olvidar a muchos y destacar a inútiles. El dudoso cuento de la historia y la competencia con enamoramientos de otros grandes y artistas coetáneos como Hernán Ruiz II, Montañés o Vandelvira, hacen que el recuerdo de Oviedo quede amortiguado. Nos queda su huella en Santa Maria, Capilla del Populo, Puntal, Matagorda, Torres de defensa, la Meced de Sanlúcar o la Cartuja de Jerez, etc. Sean estas líneas como merecido homenaje por alguien que, llamado de Oviedo y nacido en Sevilla, se haya casi perdido en los turbios itinerarios de la memoria, como otros muchos y la necesaria Paz. Salud.
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