OPINIÓN
Inquietud y respeto
Tener inquietud desde el punto de vista existencial, es estar abierto a las posibilidades de avanzar y subsistir
Se repite insistentemente, más en los últimos años y siempre será una asidua compañera en cualquier recorrido de vida. Las oportunidades de cambio, nuevos proyectos, retos de cada día, la ilusión de aprender y mejorar en cada momento, siempre se acompaña de una amiga habitual. ... Además de impulsarnos hacia el futuro, no deja de recordarnos que siempre hay que ir con sumo cuidado. Sí, tener inquietud desde el punto de vista existencial, es estar abierto a las posibilidades de avanzar y subsistir.
Soportamos continuos y vertiginosos cambios. Quienes los provocan nos hacen ver que sus servidumbres están calculadas y, aunque sin tiempo experimental, hasta sus perversos efectos. Los taimados y ágiles recursos, como el dinero virtual, el móvil, las redes, etc., son en gran parte, raudos caminos para que el ávido interés capture incautos. La naturaleza propia de la supervivencia nos hace dar pasos obligados e inciertos. Todas las mejoras de las sociedades se sujetan a inquietudes más o menos aviesas. La ciencia cataliza la verdad, la traduce la economía, y el humano responde con más sumisión de la esperada.
Después de muy duras experiencias y van unas cuantas, el barrido de los territorios por tecnologías, lavados naturales o últimamente con el apagón, es un reguetón de narcisistas. No interesan las explicaciones, porque nadie desmontará su chiringuito. Sabemos que las causas están detrás de las descoordinadas luchas de energías. Nadie admitirá que junto a lo barato del rey Sol o Eolo, se esconde una vertiginosa e insaciable rentabilidad.
Viviremos siempre con la inquietud de dejarnos llevar por los listos, a cambio de ceder nuestras responsabilidades. Respondemos con un inusitado y nada reconocido respeto y estima social, al menos en este país, a las locuras de tres o cuatro. Resolver los engaños sin respetarnos después, lo repito siempre, no nos hará avanzar en lo común. Asumamos la inquietud como algo constitutivo de nuestra piel, pero es más imprescindible un exigente respeto. Salud.