OPINIÓN
El edificio social
Tanto el gobierno como la oposición y los grupúsculos, defienden, con consideraciones claramente deformadas y autoritarias que: o conmigo o sin mí
Los cálculos de los esfuerzos para las estructuras de los que nos servimos los arquitectos, parten de verdades empíricas trasladadas a través de muchos siglos de experimentación y progreso. Zapatas, pilares y techos se construyen según la ley de la Elasticidad: tanto trabajas, tanto te ... deformas. Fórmulas y aplicaciones, ahora informáticamente ágiles, que logran la construcción de nuestros edificios. Verdades sujetas a conocimientos compartidos por el Tiempo y la Ciencia, consiguiendo hábitats seguros, sólidos y estables.
Actualmente las ideologías y los partidos están en un continuo y absoluto frentismo. Tanto el gobierno como la oposición y los grupúsculos, defienden, con consideraciones claramente deformadas y autoritarias que: o conmigo o sin mí. Mis amigos de la Habana me decían que, para qué democracia con partidos, si aquí solo engaña uno, pero allí todos. No les falta su razón. La verdad de cada uno se enriquece con la verdad de los demás, claro que antes, debe haber honradez, respeto, generosidad y consenso entre todos los elegidos.
Hace muchos años la política en España utiliza sus arteras armas con verdades a medias, encuentros constantes, intereses escondidos y una ración de corrupción que siempre endulza los procesos. Han inundado nuestro escenario social con fatuas referencias, que nos alejan de la credibilidad institucional, el progreso y la necesaria justicia social. Lo espectadores estamos atónitos.
Mientras nadie tenga una razón para compartirla, socavaremos las cimentaciones y debilitaremos los pórticos de la democracia. Tenemos grandes grietas avisándonos, lo siguiente podría ser un desmoronamiento y caída del edificio social. Si no somos capaces de respetar que otros ganen la mayoría parlamentaria y andemos todos sin mentiras interesadas, no habrá ganado nadie. Deberíamos asegurar el edificio político con mayor vergüenza, respeto y evitar que el colapso llegue. Las fisuras son nuestras amigas y nos avisan. Tengamos la esperanza de que los arquitectos de la patria, se den cuenta y paren este deterioro. Salud.
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