OPINIÓN
Derecho a vivir en tu casa
Los problemas de la vivienda en las ciudades turísticas vienen provocados por una infame e inútil política de rehabilitaciones y promociones públicas de cómodo acceso
Cuando se toman decisiones, poco habituales pero importantes, que afectan a muchos para mejor, es necesario dar los parabienes. Sí, es difícil encontrar hechos que favorezcan la ciudad y la calidad de las viviendas para sus ciudadanos, que la hacen bien y la pagan mejor. ... El Pleno de Cádiz decidió por unanimidad, -que raro el consenso político-, que, durante tres años no se otorguen licencias para convertir el caserío en plazas de turistas eventuales. Hay que decirlo así, se intenta parar especulaciones, aunque se rehabilite el necesitado y olvidado Casco Histórico, pero sus plusvalías salen fuera de nuestros entornos. Enhorabuena al pleno, o sea a todos nuestros representantes y sobre todo al Alcalde, capaz de llevar a buen término una voluntad ampliamente manifestada por sus vecinos gaditanos. Aunque evidentemente llega tarde, y ya hay daño causado.
Cabe pensar que, en tres años, ya mandando otros en esta ciudad como en otras, o los mismos si lo hacen mejor, el problema se traslade en el tiempo y volvamos a empezar. Los problemas de la vivienda en las ciudades turísticas vienen provocados por una infame e inútil política de rehabilitaciones y promociones públicas de cómodo acceso. Ciudades como Cádiz, muy envejecidas, con alquileres antiguos insoportables para la propiedad, o lamentablemente más altos, con un empleo que no permite endeudarse, deja pasar fácilmente a los sádicos de las rentas. Son las servidumbres de la inanimidad y falta de reflejos urbanos de sus gobernantes. El poderoso caballero ha encontrado una mina de oro en las casas antiguas.
Además, estas inversiones externas de fondos relativamente pérfidos, dejan unas enormes rentabilidades, a cambio se expulsar al ciudadano de su querida casa y poniendo al alza todos los precios alrededor. Es urgente cambiar la mentalidad y rescatar más lo público, muy acosado por la derecha y por la izquierda. Los que hemos visto pasar muchas cofradías, no esperamos mejores tiempos, pero al menos lo decimos y exigimos. Salud.