«Por Cádiz pasó un gran ángel vestido de Marianista. Si de algo deben presumir los buenos espíritus es de bondad y justicia. Javier las tuvo a raudales y las derrochó por donde fuera que iba. En el Colegio de San Felipe, en el Pilar de Madrid, en Cuba, fuera Cienfuegos, Pinar o La Habana, como destierro justo terrenal, porque fue el q mejor lo podía hacer.
Javier es reconocido como un Baluarte de cariño y amistad por todos los q lo disfrutamos de él. Donde quieras que estés, porque tú tenías siempre contigo, las llaves maestras del Cielo, estamos seguros que seguirás emocionando a tus compis de los Tronos, Dominaciones y Potestades, arreglándolo todo, para mejorar incluso lo de allí.
Ahora sí te toca descansar merecidamente, querido Javier. No te olvidaremos nunca, porque siempre serás el ejemplo y la referencia. Que vivas eternamente en el Cielo que siempre esperaste. Te quisimos y te queremos mucho siempre... Fdo. Much@s amig@s tuy@s y José María Esteban González«.
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