Al Filito
Todos con Torre Pacheco
Estamos experimentando en nuestras carnes las consecuencias de un Estado Fallido. Un Estado que nos esquilma y abandona desde todas las esferas
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Iniciar sesiónLos vecinos de El Ejido arrastran un estigma injusto desde hace 25 años. En menos de un mes, dos inmigrantes asesinaron salvajemente a tres vecinos y saltó la espita. ¡Qué no tendrían que haber aguantado hasta entonces para que ese pueblo sano y trabajador se lanzara a arrasar lugares de culto, establecimientos y espacios en los que la convivencia se había sustituido por costumbres incompatibles con las nuestras!
En aquel año 2000, vivíamos en una burbuja. Atrás había quedado la etapa oscura del choriceo socialista (del «PSOE bueno», que llaman ahora), la gente tenía trabajo, la coyuntura ayudaba a construir familias e ilusiones , el porcentaje de extranjeros en España era del 2% y la criminalidad que de ellos conocíamos se ceñía a rateros en el metro de Madrid y a grupos de ex-soldados del Este que asaltaban chalés de lujo. El españolito de provincias veía muy lejos aquellos documentales sobre las maras y Oriana Fallaci (q.e.p.d.) aún no nos alertaba de la infestación islamista. Pero en El Ejido conocían ya lo que estaba por venir a todos...
Hoy, el foco está en Torre Pacheco y no podemos cometer el error en que incurrimos con El Ejido. En un momento como este, en el que ese estercolero llamado «izquierda» -en el que confluye la basura con los materiales de desecho de mil lenocinios- ha puesto en marcha la máquina de esparcir estiércol y manchar a sus vecinos, es cuando hay que dar un paso al frente y señalarse como uno de ellos.
Hoy es Torre Pacheco. Ayer fue Alcalá de Henares. ¿Y mañana? ¿Dónde será? Estamos experimentando en nuestras carnes las consecuencias de un Estado Fallido. Un Estado que nos esquilma y abandona desde todas las esferas. El Ejecutivo anda liado con líos de saunas, el Legislativo es un burdel suministrador de toallas y el Judicial solo protesta si alguien le mueve la silla.
Ante ese desamparo... debemos actuar por nuestra cuenta. Nadie va a defendernos. ¿O sí?
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