Opinión
El pronóstico
El Partido Popular ganará por la mínima al partido de la honradez centenaria y Vox será el coco necesario para asustar a los niños del sistema
Se empieza a hablar, en corrillos cada vez menos discretos, del adelanto electoral. Las quinielas hierven, las encuestas se amontonan y los tertulianos facturan su parte del espectáculo. Solo los ingenuos creen que esto va de democracia y de simple conteo de votos. La costra parasitaria que desde hace décadas nos drena sigue engrasando la maquinaria, turnándose el botín, disimulando el hedor con perfumes institucionales.
No tengo pruebas, pero tampoco dudas. Lo que viene será otro número del mismo circo: cuatrocientos millones de euros para montar la carpa, alumbrar a los payasos y dejar que las fieras devoren, entre bastidores, lo que queda del público. Democracia de feria, urnas de atrezo, votos de utilería.
El Partido Popular ganará por la mínima al partido de la honradez centenaria y Vox será el coco necesario para asustar a los niños del sistema. Alianza Catalana saldrá a escena para distraer al público y el PNV se achicará mientras ERC resiste. Por su parte, los filoterroristas, siempre oportunos, crecerán lo justo para justificar el susto. Hasta Alvise tendrá su cameo, porque ningún guion político está completo sin su loco con micrófono.
Después llegará la liturgia del «sentido de Estado». Los viejos socialistas sacrificarán al muñeco roto que hoy los dirige y sellarán con el PP una gran coalición para salvarnos del caos que ellos mismos sembraron. Por la estabilidad, ese eufemismo que aquí significa seguir mamando y exprimiendo. Y presidiendo el acto, la corona complaciente: gesto hierático, sonrisa medida y bendición ritual del apaño, como manda la tradición. Que el cuento hay que mantenerlo.
Lo venderán como un pacto histórico, ejemplo de madurez democrática y prueba de amor a España. Pero será, otra vez, el mismo reparto de butacas, el mismo festín a puerta cerrada. Todos dentro, todos seguros, todos cobrando. Y el pueblo, con su papeleta en la mano, volverá a aplaudir convencido de que todavía elige algo.
Lo veremos…
Ver comentarios