AL FILITO
La patria del pase vip
Pero, ¿qué les vamos a pedir a estos degenerados de rostro pétreo?
Cádiz
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCierto día, un amigo a quien insulto cada vez que nos encontramos (por mor de su pringosa filiación política, que ya pueden imaginar cuál es) me confesó que, siendo concejal de su pueblo, llegó a acostumbrarse tanto a sentirse alguien importante que se convirtió en un auténtico yonki de la res pública. Se aferró a ella para no perder el «marchito» y, para no descolgarse, no dudaba en agasajar, limosnear y servir de felpudo a cualquier ni-ni elevado a mandamás. En aquel momento, el marchito era el brillo de la mirada de su hijo cuando el Cádiz CF le regaló un balón firmado. Luego vinieron los palcos (del Carranza, del Falla...), los pases privilegiados, el pequeño virreinato donde enchufar a su cuadrilla... hasta su destierro final en un palomero provincial, donde pudo leer la prensa diaria hasta su jubilación al módico precio, para el contribuyente, de cuatro mil pepinos netos.
El vicio es general y de él no se libran ni los zurdos ni los diestros (lo de estos últimos es aún más repugnante, por su hipocresía «reformista»). Pases VIP, espacios reservados, tratos deferenciales... una pringue continua que, evidentemente, camufla tufos. ¿O creen ustedes que ver los toros desde la barrera o meterse tres pelotazos en un reservado no conlleva contraprestación «de otro tipo»?
Otra cosa es el decoro, pero de eso ya no hay. A mí, si fuera «alto representante» de algo, me daría vergüenza jamarme un whisky gratis donde al resto solo se le permite agua sin tapón a precio de Bernabéu. O que se sepa que mi hija y sus primas -por ejemplo- han sido enchufadas de azafatas en un festival, ganando tres mil papelitos -sin pasar por ningún filtro- mientras cientos de criaturas lampan en cola con la esperanza de ganar algo con los que ayudar en casa. Que Cádiz es muy chico...
Pero, ¿qué les vamos a pedir a estos degenerados de rostro pétreo? Lo lastimoso es que para todos ellos siempre habrá un palco libre y un tonto dispuesto a abrirles la botella y reírles las gracias, por si cae algo.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión