Opinión

Decencia

Asesinos vascos condenados por matar a mujeres, niños y hombres han sido presentados como candidatos electorales

Si usted es hombre y tiene la desgracia de ser denunciado por alargar la mano, presuntamente, sobre su esposa o compañera sentimental, le caerá una condena de por vida, independientemente de que entre o no en la cárcel o la corta duración de su ... enjaulamiento.

Se le aplicará un tratamiento policial y judicial que en ocasiones podrá parecerle aterrador y hacerle sentir como una presa herida ante una jauría hambrienta. Será juzgado en base a una ley que, aunque no haya sido declarada inconstitucional, atenta contra los más elementales principios de igualdad y no discriminación por motivo de género sexual (a pesar de que hoy ese concepto es lo más parecido a una natilla derretida), creada por la izquierda y amparada y defendida por la Derechita Cobarde de este país como si en ello les fuera el sueldo y la moqueta.

Cualquier cosa que diga o cualquier testimonio que presente en su defensa será objeto de inmisericorde disección y sospecha de embuste, mientras verá que los ofrecidos por la otra parte serán ultra-protegidos y considerados, hasta el extremo de obstaculizar que su abogado -su único amigo en la sala- ejerza su labor constitucional con la misma libertad con la que se permite interrogar a un fiscal a quien solo le interesa la aplicación de «esa» ley, pero no de las otras que puedan ayudarle a salir de aquello, como si cobrara algún plus por ello.

Aunque resulte usted absuelto de los hechos que se le han imputado, se verá sometido a un juzgado que se llama 'de violencia contra la mujer' para discutir sobre los términos de su divorcio, la guarda y custodia de sus hijos o la cuantía de la pensión de alimentos. Un Juzgado que dirigirá cartas de citación a su lugar de trabajo u órdenes de embargo directamente a la empresa y que, a pesar de tanta ojana gorda como la creada en torno a la 'Protección de Datos', dejará bien claro y visible su denominación para que a nadie le quepa duda de que usted es un criminal, aunque haya demostrado su inocencia; y que permanecerá impasible ante la verificación de la falsedad de la denunciante, a pesar de que el Código Penal establece la pena de hasta dos años de prisión a quien imputa falsamente un delito grave.

Si, por el contrario, sucede que usted sí ha cometido el delito y tiene el infortunio de ser padre, podrá verse privado de ver y estar con sus hijos, independientemente de haber ejercido como padre ejemplar, aunque como marido resultara un desastre.

Casos se han dado de que el tipo denunciado ha resultado condenado como un auténtico criminal, asesinando a mujer e incluso a sus propios hijos. Estos miserables desgraciados no tienen suficiente con cumplir su «deuda con la sociedad», pues después de salir de prisión tendrán dificultades para volver a su casa o incluso a su ciudad. Recuerden a aquella sujeta que reclamaba que una comparsa participante en el último Concurso del Falla expulsara a uno de sus componentes porque había sido penado por malos tratos … ¡¡y hacía años que cumplió la condena!!

Pues resulta, querido lector, que en la pasada semana hemos conocido que asesinos vascos condenados por matar a mujeres, niños y hombres (y dejar decenas de viudas y huérfanos desamparados), todos auténticas víctimas inocentes, han sido presentados por el partido político legalizado -sustentador del PSOE en el Gobierno- como candidatos electorales para alcaldes o concejales de sus luminosos, alegres y virtuosos pueblos sin que ninguna miembro de la enfermiza Gestapo violeta haya abierto la boca para otra cosa que merendar, sin diatriba moral -ni calórica- alguna.

Quien sí lo ha hecho es el único político en activo capaz de representar a la LOGSE en todo su esplendor: Pedro Sánchez. Ya saben que los conceptos son asimilados por el alumnado a base ejemplos -y, si son gráficos, mejor-; y nada mejor que el Presidente del Gobierno hablando de «decencia» para conocer el significado del término.

No se si volverá algún día a amanecer. Pero de lo que sí estoy seguro es que nos dirigimos al final del Ocaso.

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