al filito
Bahía de Cádiz
El problema de la escasez de vivienda agobia a la capital de la provincia
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Iniciar sesiónEl problema de la escasez de vivienda agobia a la capital de la provincia. Tras ocho años de inoperancia, su actual alcalde busca, desesperadamente, 'pastillitas' urbanizables para construir casitas de poquita altura, no vaya a ser que el exceso de elevación dificulte el movimiento de ... las dunas y los chorlitejos tengan que mudarse.
Resulta ya una evidencia, andaluces de golpe-pecho y ojana, que ningún político 'de ahora' va a llevarnos a ser lo que fuimos: una ciudad poblada por 175.000 habitantes censados, dotada de industria pesquera, tabaquera, naval y aeronáutica; la mejor playa del Sur y capital provincial del comercio. Por aquí han pasado ya -después de fenicios, cartagineses, romanos, que la equipararon a Roma- hordas de socialistas y podemitas cuyo único afán ha sido empobrecerla y arruinarla, sin menospreciar la marca dejada por esos «populares» que, obedeciendo a la voz de su amo, no mueven ninguna alfombra isabelina, no vaya a ser que pierdan la moqueta.
Cádiz jamás volverá a ser una ciudad de trabajadores. Mientras permanezcamos en la Unión Europea y continuemos votando a toda esa caterva que sigue instrucciones «de arriba», seremos una plaza al sol para cruceristas y meseteros que se enamorarán de la luz, la gracia y la idiosincrasia y dejarán aquí cuatro duros.
Sin trabajo y sin casas, con una población reducida y empobrecida y unas infraestructuras de segunda, esta ciudad será inviable en el siglo que vivimos. Tan inviable como insignificantes, en el panorama regional (no digamos ya nacional), son hoy San Fernando o Puerto Real.
Ahora imaginemos la potencia de un núcleo urbano que englobe los tres municipios, con un parque de viviendas inmenso, polígonos industriales y comerciales y proyectos de inversión y crecimiento que inquieten en Sevilla o Málaga. Un propósito común que prescinda de protagonismos absurdos y que solo tenga como faro aupar a esta esquina del mundo al lugar que la Historia le asignó en su día. ¿Tan difícil es?
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