OPINIÓN
Provincianos
Somos lo que somos: una editorial de provincia que trabaja con constancia y amor desde Chiclana por este mundo de libros libres e independientes
Decía ayer, en estas mismas páginas, mi buen amigo Dani que a veces se siente ninguneado. Y es real, es algo que vivimos juntos desde que decidimos lanzar la locura de Kaizen Editores. En estos años hemos crecido, sí, pero ha sido a costa de ... esfuerzo continuo. Desgraciadamente, en la provincia (somos una editorial gaditano-chiclanera) nos hemos topado muchas veces con un muro insalvable: somos provincianos y hacemos libros por y para la provincia con autores que son de la provincia. Somos unos pandas provincianos. Y eso se paga caro.
Se paga siendo ignorado en las Ferias de Libro: en la de Cádiz, por suerte, con el cambio de dirección fuimos teniendo presencia, después de años en los que se nos negaba participar por no tener novedades. Como si el único libro de letras del Carnaval de 2020, el que nos birlaron, acompañado de comentarios de sus autores y de los vídeos de esas letras no fuera suficiente, ni siquiera siendo sus beneficios para el Banco de Alimentos.
Nuestros autores parecían no tener peso, conseguir una entrevista en un medio local escrito es una entelequia. Será que son provincianos. Y conseguir apoyo institucional es una guerra constante. En Cádiz, nuevamente, hemos logrado apoyos, pero a cambio dejamos en la ciudad el Gaditanoir, una locura que nos cuesta sudor, tiempo y dinero; pero nos da satisfacciones que compensan con creces la lucha por ser considerados.
Esa guerra nos toca lucharla en otros rincones. Lugares en los que siempre están los de siempre. Los que estaban antes y ahora. Los adalides de la cultura con mayúsculas, esos que ignoran al autor local y a la editorial local, como si en estas no hubiese calidad. Solo nos queda seguir peleando. Somos lo que somos: una editorial de provincia que trabaja con constancia y amor desde Chiclana por este mundo de libros libres e independientes, alejado de los viejos popes cortijeros que nunca salieron de sus rincones gaditanos pero que se creyeron reyes en un mundo de mediocres. Seguimos, desde Chiclana con amor.
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