OPINIÓN
Soluciones liberales VIII: prostitución
El Código Penal siempre condenó el proxenetismo, no la prostitución como actividad económica
Cádiz
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Iniciar sesiónEl partido de la corrupción por excelencia en España ha dejado de denominarse PSOE. Le ha sucedido por méritos propios el partido «snchst». La corrupción socialista ha construido un hombre nuevo: el «sociolisto». Para llevar al extremo el significado del término, parten de considerar a los demás ciudadanos auténticos imbéciles. Los puteros «sociolistos» conforman ya un auténtico ejercito con los «disputeros» a la cabeza.
Hace algún tiempo un «sociolisto» y diputado por Jaén, en un intento de desviar la atención de la corrupción propia (se enzarzó con el hermano de Ayuso, cuando la fiscalía y los tribunales habían fallado ya a su favor) acabando (por muy que le pese) describiendo a su propio partido, a pesar de que pretendía describir a la «derecha» y sus costumbres, cuando aludía a los prostíbulos y al carácter degradante y lesivo de la prostitución. Llegó a decir en su alocución en la Fundación Cajasol que, él abogaba por «una Andalucía en la que un trato no termine cerrándose en un puticlub». Con Tito Berni, los tratos formalizados en Las Cortes (moción de condena de la prostitución en el Congreso) eran celebrados en un burdel. En materia de negocios de todo tipo, Koldo y compañía concentraban sus esfuerzos, antes, durante y después de los mismos, utilizando un sinfín de modalidades prostibularias. Algunas de ellas paradigmáticas por la tecnología aeronáutica incorporada a las mismas: el helicóptero. Si el PEUGEOT hablara o hubiera grabado lo acontecido por esas tierras de España, tendríamos argumentos para montar una productora cinematográfica. Es posible que a Nacho Vidal no le iba a faltar trabajo por los siglos de los siglos. El financiador del viaje por tierras españolas en el 407, no se queda atrás en eso de la prostitución. Que se ha beneficiado a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución es una evidencia. «Bego Fundraiser» ha ido más lejos según aparece en la prensa: llevaba la contabilidad y pagaba a las putas y supongo que a los putos en un sobre que, dejaba en las puertas de sus habitaciones. Esta no es la «presidenta», no es la primera dama, tampoco es la madame, desde luego no era catedrática…es una simple bachiller y con apuros para la obtención del título y que conoce en profundidad los bajos fondos prostibularios, dada la condición de hija y sobrina de propietarios de puticlubs con putos y putas. Entre tanto, «Snchz» en aquel tiempo era concejal con un programa contra la prostitución mientras su mujer gestionaba locales en los que se ejercía ese oficio.
La izquierda quiere prohibir la prostitución. Desde la óptica liberal el problema que subyace suele ser el de siempre con estos progres de pacotilla: el poder acaparado por el gobierno para restringir el ámbito real de la libertad de acción de los ciudadanos. El Código Penal siempre condenó el proxenetismo, no la prostitución como actividad económica. La familia política del ínclito de la Monclóa pudiera hacer una tesis doctoral sobre ello, de las de verdad, no como la que acredita «cum fraude», que con ella sí que ha prostituido la institución doctoral. Todo una «putada» para los que son doctores de verdad.
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