Opinión

Soluciones liberales (V): la justicia

La justicia es una cuestión trascendente en la filosofía política. Sin duda, la justicia es un concepto moral o normativo. Lo que es justo es moralmente bueno y viceversa

Fernando Sicre

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El fiscal general del Estado ha presentado días atrás la Memoria de la Fiscalía. Más que una memoria parece una obra literaria autobiográfica del personaje. Su persona se ha hecho un hueco por méritos propios en la memoria en forma de libro que, le entregó al ínclito «Snchz». En el ejemplar entregado puede «cum fraude» buscar otros pasajes autobiográficos de su familia en el primer grado de afinidad (Begoña.G) y en el segundo grado de consanguinidad (su hermanísimo, autor de la soporífera «danza de las chirimoyas»). También aparecen los integrantes de la banda del Peugeot. Todos estos han acaparado la edición del año 2025. Todos aparecen como presuntos. Muchos de ellos ingresarán más pronto que tarde en la insigne lista de delincuentes patrios. La edición del año 2026 se me antoja definitiva, sí es que la justicia actúa con prontitud. Porque «nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía» (Séneca en sus escritos Cartas filosóficas). Los «ecologetas» de la progresía patria deberán estar en guardia, por la acaparación de papel en las Memorias de la Fiscalía del presente año y del próximo. Estos socialistas van a ser responsables de la destrucción de los bosques para fabricar el papel necesario para editar tantas autobiografías presuntamente delictivas (hasta ahora) en la Memoria anual.

La justicia es una cuestión trascendente en la filosofía política. Sin duda, la justicia es un concepto moral o normativo. Lo que es justo es moralmente bueno y viceversa. Obviemos la cuestión moral y analicemos su relación con el derecho. La justicia legal se ocupa del modo en que la ley distribuye las penas en función de los actos delictivos (justicia penal) y otorga reparar e indemnizar en los casos de daños y perjuicios (justicia civil). En cualquier caso, la justicia presupone un conjunto público de normas (Ordenamiento) que deberán ser justas. Para que esto sea así, las normas que integran el Ordenamiento deberán ser moralmente buenas (fundamento moral). Todo ello exige que la justicia procedimental (la aplicación de la norma por los jueces) y que la justicia sustantiva (la norma en sí) tiendan a un resultado justo. Y este fin sólo es alcanzable sí la ley es justa (es buena) y además es aplicable por el «juez natural», garantía constitucional que establece el derecho de toda persona a ser juzgada por un juez o tribunal competente, predeterminado por la ley antes de que ocurra el hecho que se investiga. Desde 2018 observamos que muchas leyes promulgadas desde entonces no son buenas (ley del sí es sí, ley de amnistía…todas ellas moralmente malas) y, además, se pretende impedir la función jurisdiccional de forma pacífica a los jueces naturales que instruyen los procedimientos como sus allegados (familiares directos) y colegas (socialistas) imputados, porque sin duda obraron moralmente mal, siendo los jueces los que deberán determinar si también lo hicieron legalmente o no. Solo la justicia impartida por jueces independientes es auténtica justicia. Sólo de esta forma se puede hacer realidad el principio de igualdad formal ante ley. Principio básico y fundamento del orden liberal en los enunciados de filosofía política.

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