El muro

El Bloque del Este dominado por los soviéticos sostenía que el muro fue levantado para proteger a su población de elementos fascistas que conspiraban para impedir la voluntad popular de construir un Estado socialista en la Alemania del Este. Un muro de 45 km dividía la ciudad de Berlín en dos, mientras que otros 115 km rodeaban su parte oeste aislándola de la RDA. Un muro entre el comunismo y la democracia liberal. Por supuesto, Garzón, el ministro de no se qué, se situó orgulloso en el lado del mal. Podemos y Sumar, comunistas del siglo XXI también.

En fin, un muro, es lo que dijo el otro día un socialista, que lo levantarían para separar al fascismo y a los fachas, del gobierno de progreso, en el que incluyen a Junts y a las Putas Nueces Vascas (PNV). Los demás son pura escoria, al igual que estos, eso lo digo yo, socialismo del siglo XXI, comunismo, independentistas y Coalición Canaria: será «dura» contra la amnistía, una medida que ha calificado de «inmoral» y que no obedece al «interés general» de España, aunque ha justificado el apoyo de su partido a la investidura de Pedro Sánchez (PSOE), porque así se desarrollará una 'agenda' que va «en interés» del archipiélago. O sea, muchas veces creo que habría que fundar nuevamente el Estado tal y como está configurado, ya que las autonomías son en el fondo y en la forma perversas.

Hablemos de otros muros. Algo que vuelve a separar a dos partes. Para López, el vasco socialista que no fue capaz de pasar de primero de carrera, aquel que separa las dos Españas entre los progresistas y los fachas y fascistas, se tomó la licencia de preguntarle a 'Snchz' que era una nación. López es un analfabeto funcional (acreditado por la dificultad que tiene, aun sabiendo leer para discernir). Nada de ello tiene que ver con no haber superado primero de carrera, sino que lo que lo califica como tal es no saber distinguir, no discernir, ente el comunismo, el socialismo del siglo XXI con el fascio, porque los extremo tienden por naturaleza a juntarse.

¿Cómo se puede entender si no meter en ese saco al centro derecha, derecha y liberales, que en España son incardinados en la derecha del eje de abscisa? Me refiero ahora como antes al muro del conocimiento. Los que saben y los que no. 'Cum fraude' sabe poco, quizás nada. Su tesis lo delata y lo califica. Esto nos lleva irremediablemente a otro muro. El de los 'negros' y los que no lo son. Me refiero ahora a los que escriben una obra (tesis) por encargo de otro, atribuyéndose aquel la autoría. 'Snchz' necesitó toda una banda de negros para hacer realidad esa tesis.

Pero existen muros que también merecen la pena analizar. La socialdemocracia, la de verdad, aquella que nada tiene que ver con el socialismo español, más que cercano, mimetizado con el socialismo del siglo XXI, es la que representa un insigne portugués, Paulo Rangel. Dijo el otro día mirando de frente a la Cibeles de Madrid que «o acorde do governo Sanchez viola o Estado de Direito e ataca a independencia judial. E perigroso para a unidade de Espanha». A punto estuve de pedirle la traducción de ello a la diosa celta Catarina. Ella que surca los cielos lusos subida a lomos de su caballo alado, me advirtió que no era necesario, porque la verdad de las dos frases no necesitan traducción. Y es verdad, ese es el otro muro que separa la verdad de la mentira. Sobre la mentira lo sabe todo el que será presidente del gobierno, por la gracias de aquellos que quieren ver España extinta, desaparecida, o sea, plurinacional. 'Snchz' sólo dice la verdad cuando miente sobre la primera mentira. Hace dos meses decía que la amnistía era inconstitucional, que no cabía en nuestro ordenamiento. Hoy día dice que es constitucional y que por supuesto cabe en él.

Otro muro que han levantado los socialistas que nos desgobiernan, aquel que distingue la democracia liberal de otros regímenes políticos, sobre el que pretenden cimentar esa nueva sociedad que albergará al hombre 3.0. Aquella consiste en el cumplimiento de la ley por encima de cualquier circunstancia y naturaleza. Ahora, pretenden crear una sociedad desigual, donde se relativiza la Ley y los políticos no sólo están por encima de ella, sino que condicionan la labor del poder judicial juzgando a los jueces mediante comisiones legislativas.

Ello es producto del tránsito de los conceptos soberanía nacional, a la de soberanía popular mal entendida, donde el poder del pueblo como colectividad es detentado por el ejecutivo que sale de las urnas sin límites y cortapisas, anulando al judicial y todos los contrapesos al poder que siempre exigieron los liberales. Polonia y Hungría han sido objeto de preocupación por la situación en ellos del Estado de derecho. La justicia europea ha dado sendos varapalos a ambos. Para desgracia de nosotros, el próximo será España. Aquellas han ido camino de erigirse en «regímenes híbrido de autocracia electoral». Es decir, se celebran elecciones, pero no se respetan los estándares democráticos, referidos a los conceptos de democracia y de derechos fundamentales. Esto es lo que la UE ha dicho de Hungría, que bien podrá serle aplicado a España. Ya lo decía la delincuente Borrás (Junts), ahora es España quien tiene el problema. 'Snchz' pretende crear discordia entre españoles, haciéndolos desiguales y exigiéndoles deberes legales diferenciados. ¿Qué es sí no una amnistía? O, ¿cuál será el efecto inmediato de la condonación de la deuda catalana (FLA) en la renta disponible de todos los españoles, sobre la base de su financiación impositiva general?

Son tantos los muros que han creado 'Snchz'&company (marca registrada de desgobierno patentado por el bolivarianismo más abyecto) que España ha vuelto a 1934, quizás, a antes de entonces. Ya lo dijo Pablo Iglesias Pose en sede parlamentaria (1910), «el partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales… esta aspiración lleva consigo la supresión de la Magistratura… Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones». El desprecio a la Ley es seña de identidad del PSOE de antes, de hoy y de mañana. Y termino, lo de concluir con los antagonismos… se han propuesto hacerlo ahora de forma expeditiva, aplicando la técnica del igualitarismo, todos iguales por abajo. O sea, todos pobres.