Opinión

Milei no es de izquierda, tampoco de derecha. Con seguridad, lo han dejado sin plata

Su programa político de máximos, motosierra incluida, es imposible ponerlo en marcha

Murray Rothbard fue el creador del libertarianismo moderno, un sistema político-ideológico que pretende escapar de las trampas de izquierda y derecha. Se erige en la alternativa que preconiza que el poder del Estado no funciona y además es inmoral. Lo tacharon (izquierda y derecha) ... de ser enemigo de lo público, del Estado. Él hunde sus raíces intelectuales en toda la tradición liberal existente desde los albores del siglo XVII, de los economistas adscritos a la Escuela Austríaca y la tradición de derechos naturales. Ésta, denominada «iusnaturalismo» es considerada una doctrina ética y jurídica que, postula la existencia de derechos fundamentados o determinados en la naturaleza humana, anteriores, superiores e independientes al derecho escrito, al derecho positivo y al derecho consuetudinario, que llega a dar el fundamento a la obligatoriedad de la norma y la legitimidad del poder. Desde la época de la Grecia Clásica, filósofos como Platón y Aristóteles formularon la existencia de tres derechos fundamentales intrínsecos al hombre: el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho al pensamiento. Exactamente los mismos que preconizaba en el siglo XVII Locke, añadiendo el de propiedad. Comenzaba un recorrido de gloria en la historia de la humanidad el liberalismo. Y, sí la gloria se encuentra en el cielo, la historia había llegado a su fin como preconizó Fukuyama en la década de los 80 del siglo pasado, cuando aseveró que la historia había llegado a su fin, porque la democracia liberal había ganado la batalla de la historia, como lucha de ideologías. Inspirándose en Hegel, afirma que el motor de la historia se había paralizado, debido a la disolución del bloque conformado por gobiernos comunistas, acto que deja como única opción viable la democracia liberal, tanto en lo económico como en lo político. Se erige el llamado pensamiento único: las ideologías ya no son necesarias y han sido sustituidas por la economía. El fin de la historia significaría el fin de las guerras y las revoluciones sangrientas, los hombres satisfacen sus necesidades a través de la actividad económica sin tener que arriesgar sus vidas en ese tipo de batalla.

La democracia liberal se sustenta en al menos tres puntos: disponer de una economía de libre mercado, poseer un gobierno representativo y mantener los derechos jurídicos. La libertad representa un valor y un principio que irradia todos los demás. Y sobre el amparo de esta, defiende reformas en lo económico y lo político. Requiere una apertura internacional (globalización) que le dé competitividad al mercado interno. Pero la libertad no tiene un único componente de naturaleza económica, sino que lo político es merecedor de la mayor importancia, porque fundamenta que existan libertades políticas y se eviten los gobiernos autoritarios o represivos. En la economía el Estado debe desempeñar un papel mínimo, permitiendo que el capital privado se mueva con la mayor libertad jurídica posible. Para que las cosas funcionen se exige un marco jurídico estable y efectivo, que permita la seguridad de los derechos de propiedad y de las personas, y un sistema de asociación privada transparente. Estos son los fundamentos del liberalismo democrático. Ni son los fundamentos de la izquierda, ni de la derecha, aunque se acojan parcialmente a algunos de los postulados enunciados. Son los postulados liberales que, llevados al límite, son los postulados del libertarismo moderno. Éste nació como reacción al socialismo o a la izquierda en general. Pero no sólo esto, también aparece como respuesta al estatismo del conservadurismo y su devoción a la planificación en todos los ordenes y ámbitos por el Estado. Los conservadores veneran el poder que ejerce el Estado en nombre del nacionalismo que lo sustenta, el militarismo, las invasiones en la esfera de libertad del individuo y el entrometerse de manera sistemática en la esfera de sus derechos. Por eso y por muchas cosas más el liberalismo no es de izquierda ni de derecha. El libertarianismo se funda en una concepción de máximos de la doctrina clásica liberal.

Las características expuestas que fundamentan la doctrina liberal no han prevalecido en los países latinoamericanos. En muchos casos, el Estado ha sido arbitrario y rapaz. El Estado ha invadido todos los ámbitos, impidiendo el libre desarrollo del hombre en todos los ámbitos de sus derechos y libertades fundamentales. Argentina como Venezuela y casi todos los países sudamericanos han abrazado el Socialismo del Siglo XXI. Sin embargo, renace la esperanza de su propia disolución, debido al giro político de última hora producido en determinados países, como Uruguay, Ecuador y ahora Argentina, en los que el espacio socio-comunista parece disminuir en favor de una alternancia de corte liberal e incluso libertario.

Milei es hoy centro de las miradas. Ni es de izquierda, ni es de derecha. Aunque la izquierda más abyecta lo ha calificado (descalificado) situándolo como no en la extrema derecha. Miren, Argentina abrazó el peronismo hace un siglo, suficiente para destrozar el país. Comenzó coqueteando con el «fascio» y terminó diluido en el socialismo del siglo XXI. Algo que ocurre con más frecuencia de lo que parece. Mussolini, además de comenzar su andadura política en el Partido Socialista Italiano, había sido director de «Avanti», el periódico de cabecera del socialismo italiano. El origen socialista del fascismo marcó profundamente a Hitler y Mussolini, también a Perón. Y como los extremos se abrazan, el peronismo devino en un socialismo abyecto que ha terminado por cargarse un gran país. Un país sin plata, como indubitada y reiteradamente indica Milei. Y eso que es ribereño del Río de la plata, una provincia es llamada Mar del Plata y el equipo de futbol local: River Plate… Debido a la alta concentración de plata encontrada en las zonas aledañas.

Hemos comenzado hablando de Rothbard como pensador y creador del moderno credo libertario. Su nombre es Murray, nombre dado por Milei a uno de sus perros. Su historia perruna comenzaba con Conan, el mastín inglés que siempre lo acompañó hasta 2017, año en que murió, y sus cuatro animales actuales, copias clonadas de su antiguo compañero. Además de Murray, por Murray Rothbard; Milton, por Milton Friedman; y Robert y Lucas, por Robert Lucas, sus otros tres canes. Pero, no sólo hay perros de políticos en Argentina. En España en 1996, los socialistas soltaron a pasear un dóberman que marcó la campaña. A diferencia del mastín, raza perruna compañera de Milei, definido como animal serio, pero de gran corazón que, es cariñoso y afectuoso con su familia y con temperamento tranquilo, el socialista dóberman es un can de origen alemán que debe su nombre a Karl Friedrich Louis Dobermann, un alemán que, a finales del siglo XIX toma la iniciativa de crear una nueva raza de perro que sirviera eficazmente a su difícil trabajo como recaudador de impuestos. Un perro asesino y despreciable. Era la raza utilizada por las SS alemanas. Justificaban su uso del siguiente modo: «La brutalidad inspira respeto. Las masas tienen necesidad de que alguien les infunda miedo y las convierta en temblorosas y sometidas». Muy edificante, tanto como el dóberman de Guerra y González.

La búsqueda de las «entrañas» y de los fundamentos de las corrientes libertarias que, tienen su fundamento primigenio en el liberalismo originario y posteriormente en el clásico, posibilitarán el análisis para el conocimiento de lo que hará Milei. Su programa político de máximos, motosierra incluida, es imposible ponerlo en marcha. Es un guiño teórico a una filosofía nacida en la década de los sesenta del siglo XX. Todo se quedará en el restablecimiento de la democracia liberal, lo cual es mucho. Habrá supuesto entonces que, en Argentina también se parará la historia, como predijo un día Fukuyama.

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