Ahora en «off», «fuck off» Albares

Hablando de Gabón, costa oeste del África central, una «negra» que no es nacida en Libreville, sino en el Madrid más castizo de Ayuso, escribió el «manual de resistencia». A colación con la autoría del libro dijo «yo hice el libro, pero el autor es el presidente». Un día «Snchz», después de hacerse miles de selfies, se gustó, y se puso a hablar en presencia de la que después ejercería de «negra de Gabón» o «Ghostwrite»: «sólo le he dado forma a las conversaciones grabadas». Negrero por encargo. Su manual de supervivencia lo pone de manifiesto. Una negra, Irene y un superviviente, Pedro. Entre medio un contrato de edición. A la «negra le tocó la lotería en forma de Secretaria de Estado. Eso lo pagamos todos. Está claro, no lo escribió él, porque no es capaz de ello, tampoco lo fue de su Tesis. Según dijo Miguel Sebastián, en el transcurso de un almuerzo organizado el 22 de marzo de 2017 por el Ateneo de Palencia, afirmó que el 90 % de la tesis de Pedro Sánchez se la habían hecho en su ministerio. Una banda de negros «no gaboneses» a las órdenes del ministro ejecutó la tropelía. Lo siento por los doctores y la devaluación del título de doctor desde entonces. Cualquiera puede ser doctor.

España ha sido humillada. «Snchz» también, supongo. Quizás no, sólo responde a los designios de su amo el moro. Una incógnita: ¿qué tendría dentro el móvil de Snchz? Me estremeció la noticia del «hackeo». Pero, nunca pensé en su viacrucis a la que le sometería su «amigo» Mohamed. A la vuelta, aterriza como puedas el Falcon en la provincia de Málaga, en Humilladero y te das un baño de multitudes. Su nombre se asocia a la conquista de Antequera, cuando al ejército que mandaba el Infante don Fernando, regente de Castilla, se le unieron otras tropas procedentes de Sevilla, que traían consigo la espada de Fernando III el Santo. Arrodillado el infante, besó la espada, jurando no guardarla hasta haber conquistado Antequera. Como ven Uds. el moro, los moros siempre por medio, entonces los almohades, ahora los bereberes, mañana serán los rifeños, que mas da. Quizás se enamore del pueblo y solicite la vecindad civil allí, cuando deje la Moncloa, que espero sea pronto. Fíjense, en 2007, el pleno municipal del Ayuntamiento de Humilladero, aprobó una moción para que se implantase en España la Tercera República. Sí, estos» humilladerenses», según reza su gentilicio, deben sus orígenes a los reyes de entonces, y ahora reclaman la tercera república, a pesar del desastre que supuso la segunda. El hombre tropieza las veces que haga falta. En eso malgastan el tiempo y el dinero en España las Administraciones locales. Hacer el imbécil sale gratis. Pues bien, el paso por allí de los Reyes Católicos cuando se dirigían a Granada años después, para echar a los moros para siempre y dar forma a la España cristiana, no fue suficiente para ordenar la cabeza y alcanzar la cordura de singulares ciudadanos «humillados» y su peregrina proposición de tercera república. El hombre desde entonces ya no tropieza sólo dos veces, sino que lo hace tres veces.

El lío de Albares para explicar el plantón de Mohamed VI: «fuera micros. Esto ya en off». Yo le digo Albares «fuck off». La Reunión de Alto Nivel entre Marruecos y España que la Moncloa esperaba «histórica», realmente ha sido más que histórica. Quedará en los anales de la historia, para vergüenza de los descendientes nacionales de los Reyes Católicos. Pero, no sólo el teléfono es el problema, también lo errático de la política exterior impulsada por el gobierno. El 23 de abril de 2021 fue ingresado en un hospital español, el líder del Frente Polisario, Brahim Gali. El 17 de mayo de 2021, Marruecos levantó sus controles sobre la frontera entre los dos países y permitió a más de cinco mil ciudadanos marroquíes (incluidos más de 1.500 menores) atravesar a Ceuta. La embajadora marroquí advirtió que «hay actos que tienen consecuencias y deben asumirse». «Snchz» fue chantajeado una y otra vez. En ambas mintió. Desde el robo del teléfono la humillación a la que es sometido es dirigida desde cabo Espartel.