opinión
Era una Constitución, ahora un papelucho
Platón, Aristóteles y Ortega. Debieran ser leídos y posteriormente examinados sobre sus obras, los políticos españoles antes de acceder a cualquier tipo de cargo público
Platón, Aristóteles y Ortega. Debieran ser leídos y posteriormente examinados sobre sus obras, los políticos españoles antes de acceder a cualquier tipo de cargo público. En el caso de la PSOE SA, quizás solo el minino Bolaños o el gato Félix (tanta monta) puede que ... haya leído algo. Decía el primero que los ciudadanos debieran esforzarse por obedecer las leyes. Sobre los gobernantes, que son ante todo servidores de las leyes: «la ruina se acecha a una ciudad cuyas leyes no se respetan y carecen de eficacia». Cuando las leyes son correctas tienen la doble misión de servir al bien común y perfeccionar al individuo. Hemos de presumir que la Constitución Española debe considerarse como una Ley correcta y buena, entre otras cosas por el juego de las presunciones que supone su aprobación por la mayoría aplastante de españoles en 1978. Mayoría más reforzada si cabe en Cataluña: 90.4% de apoyo frente al 4,6% que votaron en contra. Está claro que ZP nunca leyó, ni fue instruido en la sabiduría de la filosofía clásica, pero tampoco en la contemporánea de Ortega. En noviembre de 2004 pronunció de manera solemne en el Palau de Sant Jordi: «aprobaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán». Quizás la ciudadanía no capto en sus justos términos esas palabras. Parecidas, aunque en otro contexto, contestó el ministro de Justicia, ahora magistrado del podrido Constitucional que, aprobó los indultos a los golpistas separatistas, manifestando que España se encontraba en una «crisis constituyente». Es decir, la Constitución no supone límites a estos socio-comunistas cuando gobiernan y utilizan las Cortes como correa de transmisión de sus políticas legislativas, evitando y rodeando la Constitución a través de artimañas y malas artes.
Días atrás hablo el Sr. «X» y lo hizo con sensatez. Una de las cosas que advirtió es que si agrupamos a todos los magistrado que conforman ese bodrio de tribunal, a los diez presentes (6 contra 4), hay que añadir los dos restantes que se abstuvieron, uno motu proprio (había dicho cuando defendió los indultos a los golpistas que la amnistía sí que era inconstitucional) y el otro (Macías) quedó apartado a instancia de la fiscalía, al considerarlo «contaminado» porque como vocal del CGPJ informó de la ley de amnistía. De tal forma que la realidad del tribunal supone que había seis contra seis. Un inciso al respecto. El papá del pájaro de cuentas Candidín, a la sazón presidente del Constitucional (fiscal general con ZP), una militante del PSOE (Balaguer) y un alto cargo de Sánchez (Díaz, Directora General de Asuntos Constitucionales y Coordinación Jurídica en la Moncloa, ocupando el cargo hasta abril de 2022), avalan la amnistía. Volviendo a la «X». Este no fue uno de los llamados padres de la CE, pero fue testigo directo de la misma. Sin ninguna duda este conoce de primera mano la Transición y el instrumento que la hizo posible: la CE de la concordia, la reconciliación y la convivencia democrática. Esta magna obra a la que tanto debemos, ha quedado convertida en un papelucho.