opinión

Empodérate

Una palabra con mucha fuerza como es obvio, con un objetivo directo en su significado

Patricia Gallardo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No suelo ser muy coqueta, al menos no a diario, no suelo ser de potingues regeneradores, ni cremas anti edad o anti ojeras, y la verdad que aunque no me vendrían mal porque ya voy peinando alguna canilla, su uso me da una pereza horrible, desde luego no soy un ejemplo de constancia en ese aspecto para ser sincera, pero sí que me gusta de vez en cuando darme mis caprichos de maquillaje o productos capilares.

Y de ahí, que me encontrara yo el otro día ojeando un catálogo de venta por encargo de productos de belleza, ya sabéis uno de esos de las dos marcas más famosas, una que llamaba a tu puerta y la otra con un nombre más glamuroso, total para no desviarme mucho, mientras bicheaba por sus páginas pude ver esa palabra tan de moda, y que en mi opinión la están usando en demasía, gastándola y por consiguiente, desvirtuando su significado; ¿y cuál es la palabra misteriosa? pues es empodérate, (o empoderar o empoderamiento, según sea la frase en la que la utilicemos). Como siempre que hablo de alguna palabra o expresión que me llama la atención, me gusta consultarla antes en alguna fuente académica, en este caso según el Diccionario panhispánico de dudas de la RAE, empoderar(se) significa: Calco del verbo inglés empower, que se emplea en los textos de sociología política con el sentido de «conceder poder (a un colectivo desfavorecido socioeconómicamente) para que, mediante su autogestión, mejore las condiciones de vida».

Una palabra con mucha fuerza como es obvio, con un objetivo directo en su significado. Por eso me llamó mucho la atención encontrarme dicho término en el catálogo, dando a entender que si no te maquillabas o te echabas cremas no eras una mujer, o persona en general puesto que también había productos para hombres, empoderada. Que por otro lado, también se dice por ahí que para poder ser una mujer empoderada (sí específico mujer porque casi siempre somos nosotras las empoderadas) debes ir con la cara «lavá» y sin depilar, porque eso de ir con «chapa y pintura» es mucho del patriarcado que nos tenía (o nos tiene según opiniones) de floreros. Así pues, ¿en qué quedamos? para ser una mujer hecha a sí misma, otra forma de decir «empoderada» más clásica y demodé, ¿hay que ser coqueta o no?, o estar a caballo entre ambas opciones, como es mi caso, que me maquillo, pero que solo uso crema Nivea para todo lo demás. Además de que nunca ha sido necesario tratar de convencer a nadie de maquillarse, echarse potingues o peinarse mismo, creo que todos esos rituales forman parte del aseo diario de cada persona de acuerdo a sus propios gustos y costumbres, de hecho ya se maquillaban los egipcios, no nos coge de nuevas.

Que sí…, que me diréis que si una persona se ve guapa, se siente guapa y segura de sí misma está preparada para comerse el mundo. Pero sigo pensando igual que ya se mete el término en cualquier contexto como si se tuviera que justificar que cada decisión que tomemos en la vida, ya sea en algo tan sencillo como maquillarse o no, o tan trascendental como la carrera profesional que elijamos, necesite el visto bueno de la sociedad. «Hago esto porque soy una mujer empoderada, no hago esto porque soy una mujer empoderada…» y al final se nos condiciona. Y os lo dice una mujer empoderada (a pesar de estar casada de manera tradicional), hecha a sí misma, a través del trabajo duro y la constancia, en todo menos en la aplicación de cremas, que trabaja en algo que solía ser de hombres; nos gastéis los términos porque pierden su razón de ser.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación