APUNTE
La sequía mental
La industria del golf genera riqueza, puestos de trabajo, y además es sostenible; es positivo que se juegue al golf, pero no que jueguen con el golf
La ignorancia es osada, demasiado atrevida. Si se le suma la constante moda de esta sociedad de solventar cuestiones complejas con fáciles eslóganes, de atajar siempre por el camino corto y fácil en lugar de estudiar el terreno, y que encima esas opiniones pueriles se emitan en los lugares donde se erigen las leyes y normas, la estulticia se puede convertir en algo peligroso.
Y es que la sequía es el mayor reto del ser humano en el mundo actual. El agua, bien natural, escasea y ello hace tambalear al sistema porque es uno de esos productos sobre los que se cimenta nuestro bienestar. No hay una línea homogénea ni en la investigación y mucho menos en los gobiernos, plagados de intereses y temerosos a su vez de tomar drásticas decisiones.
En esas, aparecen genios que lo tienen todo muy claro. «¿Falta agua? Pues los campos de golf tienen agua. Con sus estanques y su césped tan bien cuidado. Además, sólo juegan pijos». Conclusión: hay que cerrar los campos de golf. No reparan en que esta industria supone, sólo en la provincia de Cádiz, casi 800 millones de euros de impacto económico. Que clausurar estas instalaciones supondría mandar a su casa a unos 4.000 trabajadores en Andalucía. Que se trata de un turismo sostenible, que huye de la masificación, y de alto poder adquisitivo, pues si la media de gasto del visitante es de 80 euros por día, el del golfista lo dobla hasta alcanzar los 175 euros.
Pero es que además, este mantra es falaz. Quizás por falta de documentación, tal vez por mala fe, se repite una mentira. El 80% de los campos se riegan con agua depurada. La del Villanueva Club de Golf es agua que Puerto Real lanza al mar, por lo que no sólo no perjudica sino que se genera riqueza porque se compra al Ayuntamiento. Cierto que resulta más sencillo, más fácil y por tanto más rápido de transmitir que los campos de golf están secando nuestras fuentes naturales, pero persistir en este bulo sólo puede provocar rabia, frustración o indignación. Mucho dinero y muchos empleos, el futuro de muchas familias es lo que está en juego. Responsabilidad.
