Nuevos disparos de realidad

Y sucede aquí. No hay que irse muy lejos, tan sólo a aquellos lugares donde estos grupos criminales dedicados al tráfico de estupefacientes se manejan. Desde el Estrecho hasta algunos 'puntos negros' de la Bahía y, desde hace años, la desembocadura del Guadalquivir.

El último episodio ha sido precisamente y de nuevo en este estuario, donde las fuerzas policiales tienen muy complicado interceptar y perseguir a estos delincuentes y, donde, siguen sucediéndose estos capítulos que bien podrían formar parte del argumento de cualquier novela negra. Sin embargo no es ficción, es real.

Un hombre resultaba la noche de este pasado domingo herido de bala. Era tiroteado cuando, supuestamente, se encontraba desembarcando 'material' en la playa de Bonanza junto a otras tres personas. Y de repente, como si se tratara de una emboscada, comenzaron a tirotearles. Además a unos metros se hallaba una lancha ardiendo llena de petacas de gasolina. La Policía Nacional se encuentra investigando estos hechos.

De forma reiterada sindicatos y asociaciones policiales y también la plataforma antidroga reclaman más y mejores medios para poder combatir un problema que rebasa los límites desde hace mucho tiempo. El Gobierno se escuda en un Plan que inició hace cinco años y que ha prorrogado. Pero el problema continúa. Y además la violencia es evidente y repetida. No aminora. Es más. Ese Plan ha tenido que extenderse a más provincias de Andalucía debido a la expansión de estas bandas.

Por tanto, la necesidad está más que demostrada y por ello se insiste en que sea reforzada pero con fórmulas que sean efectivas y que puedan poner coto a una lacra que afecta de manera directa a la seguridad de todos los ciudadanos. Por un lado, porque estos enfrentamientos ponen en peligro ya a cualquier persona porque suceden en cualquier lugar y a cualquier hora, y por otro, por el daño que hace la droga y todo lo que le rodea a quien se acerca a ella.