Nuevo despropósito de Renfe

No cabe duda de que el vallisoletano se maneja con descaro y sin sensación de ridículo ante la opinión pública. Es capaz de culpar a cualquiera antes de reconocer que se está ofreciendo un mal servicio a los españoles.

No tiene reparo en asegurar que el ferrocarril «vive en España el mejor momento de su historia», ha dicho el ministro, tras deslegitimar las críticas. Solo falta escuchar que «con Franco los trenes iban mejor», se le ha oído decir en más de una ocasión ante las fuertes críticas que le han caído encima.

Algunos episodios vividos este verano, marcado por los retrasos y colapsos, han colmado el vaso de la paciencia. Cabe recordar el que ocurrió el pasado cinco de agosto, cuando los pasajeros de un Alvia que llevaban tres horas atrapados en la entrada de Madrid tuvieron que romper los cristales de los vagones para no asfixiarse.

Así las cosas, lo lógico sería pedir perdón a los usuarios y buscar soluciones para que estos sucesos no vuelvan a ocurrir. Pero Puente, con Pedro Sánchez, está acostumbrado a vivir en el alambre y le va la marcha de acusar al rival cuando se siente criticado.

La provincia de Cádiz no ha sido ajena a este problema. Durante el verano se han producido numerosos retrasos en el servicio, provocando un enorme malestar entre los viajeros.

La última odisea la vivieron los pasajeros del tren de Media Distancia Cádiz-Jaén. Tras salir en hora desde la estación gaditana, en la parada obligatoria de Sevilla, ya que salió con retraso como consecuencia de una «incidencia en la infraestructura» ferroviaria de Santa Justa. El desajuste horario provocó que el maquinista, al llegar a Córdoba, se bajara del tren porque había terminado su jornada. Ante esta situación, Renfe puso en marcha un plan alternativo de transporte por carretera con tres servicios desde Córdoba hasta destino; un autobús Córdoba-Villa del Río y un autobús Córdoba-Andújar-Espeluy.