Malos humos

El Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 contemplaba la prohibición de fumar en las playas, en el coche, en las terrazas de los locales de restauración, la regulación de los cigarrillos electrónicos y la implementación de más impuestos al tabaco. En este sentido, la nueva ministra de Sanidad, Mónica García apuntaba a que el objetivo es «ampliar espacios sin humos».

Lógicamente, la medida va a generar controversia entre fumadores y no fumadores, pero además, los más afectados pueden ser los hosteleros, tal y como señala el presidente de HORECA, Antonio de María.

Hace ya algunos años, los hosteleros y los clientes tuvieron que adaptarse a la normativa que prohibía fumar en espacios públicos cerrados. Con el paso de los años, ya nadie parece discutir esta medida que fue tan polémica en su momento.

Hace menos tiempo, con la irrupción del COVID-19 y la adopción de medidas para mantener la distancia de seguridad, los establecimientos hoteleros y sus clientes tuvieron que adaptarse a esta prohibición que pasó a mejor vida cuando comenzaron a bajar los casos de contagio.

Con la futura prohibición de fumar en las terrazas de establecimientos hosteleros, a buen seguro que pasará lo mismo, pues se trata de un beneficio para los que no tienen por qué aguantar los malos humos de otros clientes.

Eso sí, la implantación de esta medida, como otras que afectan a varias partes, debería estar consensuada entre todas las administraciones para que tuviese más fuerza su puesta en marcha, alejándose de proclamas partidistas, pues, de entrar en práctica, se tratará de un paso adelante y sin retorno.