La cooperación institucional debe ser norma y no excepción

Al fin parece que Valcárcel saldrá de la oscuridad del abandono aunque aún hay que aportar mucha confianza para creer en el inicio de las obras en 2023. La Ciudad de la Justicia también parece que será una realidad. Por fin tiene cifras y fechas, emplazamiento firme, aunque tras un amago de desacuerdo. Un presupuesto de 50 millones de euros, un plazo de obras de cinco años –debería ser una realidad en 2028–. También termina el año en el que Tiempo Libre, tras tres lustros de incógnitas, y el tranvía metropolitano –incluso con algo más de retraso– se convirtieron en plena realidad. Siempre ha sido la Junta de Andalucía la responsable de la recuperación pero el concurso de otras administraciones es imprescindible. Ojalá Valcárcel y Ciudad de la Justicia se sumen a este listado de realidades ya tangibles. Pero por más que quiera darse una carga de ejemplaridad a estas últimas recuperaciones, los ciudadanos necesitan pruebas nuevas. Decepciones han tenido bastantes.

Es el momento de demostrar que el hacha de guerra quedó enterrada para siempre. Ya no está el PSOE al frente de una Junta que castiga a Cádiz por votar a Teófila Martínez. Ya el PSOE no tiene San Telmo. Ha llegado el momento de que la colaboración se haga norma. El Consorcio Estatal de la Zona Franca lo vuelve a demostrar confirmando la permuta de terrenos que puede suponer el inicio del nuevo hospital Puerta del Mar (sí, el que Chaves anunció para Cádiz ¡en 2005!). De nuevo capitaneado por la Junta pero con esa cooperación necesaria, el inicio real de ese gran proyecto sería la demostración de que el trabajo conjunto entre instituciones con el mismo objetivo ha llegado para quedarse.