OPINIÓN

Leer Lolita en Teherán: lecturas clandestinas

La película denuncia una situación que no asumimos en su totalidad en Occidente

Eduardo Moyano

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En unos días llegará a los cines «Leer Lolita en Teherán» basada en la novela del mismo título de Azar Nafisi que vivió en su país durante los primeros años de la dictadura instaurada por el régimen de los ayatolás.

La novela ,publicada en 2003 y traducida a 33 idiomas, muestra la lucha de una mujer contra el fanatismo y la irracionalidad. En el cine, la poderosa y carismática presencia de la actriz Golshifteh Farahani, interpretando a Azar Nafisi da verosimilitud a una historia que muestra la represión y falta de libertades de la mujer en Irán.

La película comienza en 1979 con la caída del Sha y la esperanzadora llegada de Nafisi a Irán , esperando que su país se abra a una democracia y deseando dar clases de literatura inglesa en la universidad. Sus clases buscan la participación de los alumnos , en un clima cada vez más opresivo hasta que se impone la utilización obligatoria del velo a las mujeres bajo multas o detenciones y el régimen proclama una serie de prohibiciones.

Nafisi comprende que la mujer va a ser arrinconada, borrando todos sus derechos. Hay una secuencia en la película en que Nafisi toma un café con otro profesor, con el que tiene gran amistad, y la policía entra en el recinto . El camarero les pide que se separen para que no tengan problemas al no estar casados. Nafisi se niega porque considera que no está haciendo nada malo.Lo que en Occidente es una relación normal en Irán , es un delito.

Hay muchos momentos en la película en que la escritora y actualmente activista se muestra decidida y rebelde frente a las medidas adoptadas por las autoridades. No está dispuesta a renunciar a su libertad y a enseñar su idea de la literatura a los jóvenes. Scott Fitzgerald (El gran Gatsby) , Jane Austen (Orgullo y prejuicio) y por supuesto Lolita de Nabokov son algunas de las novelas prohibidas por el régimen iraní que se citan en la película y que emplea para sus clases.

Tras dejar la universidad debido a las presiones que recibía, Nafisi reunió en su casa, durante dos años, a un grupo de mujeres, algunas antiguas alumnas, para leer y debatir sobre los libros prohibidos por el régimen.

Reuniones clandestinas simplemente para leer, y en algunos casos con la oposición de sus maridos o familiares que no querían que sus mujeres estuviesen solas, fuera de sus casas. Las mujeres que participaron en esas lecturas se dieron cuenta de cómo sus propias vidas se fueron transformando con las novelas que leyeron. Aquellas clases duraron hasta 1997 en que Nafasi , decidió dejar su país y establecerse en Estados Unidos.

La película denuncia una situación que no asumimos en su totalidad en Occidente. Las mujeres carecen de cualquier tipo de derecho y el ambiente opresivo y represivo está en cualquier lugar del país. Irán es una dictadura brutal en que política y religión se dan la mano. Se cuenta en esta película convencional, pero también, emotiva que dirige el israelí Eran Riklis, un director que ha firmado títulos como «Los limoneros», una película de hace veinte años que es actualidad porque nos acerca a Palestina y la represión israelí.

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