Opinión
Francisco, el Papa al que le gustaba el cine
Entre las preferencias del Papa Francisco hay que citar «El Festín de Babette»
El recientemente fallecido Papa Francisco era un hombre inquieto, preocupado por las injusticias sociales y problemas como la situación de los migrantes o el deterioro del medio ambiente. También era un hombre interesado por la cultura y, en particular, era un buen aficionado al cine ... porque lo consideraba como un medio para reflexionar sobre la dignidad, el sacrificio y las esperanzas de los pueblos.
No es de extrañar que las tres películas que más alabó en su vida fueran tres títulos que tenían en común la dignidad humana y la justicia social. Me refiero a dos filmes italianos, «Roma, ciudad abierta» y «La Strada», galardonada con el Oscar de mejor película extranjera y a una cinta danesa premiada con idéntico galardón, «El festín de Babette».
La primera, «Roma, ciudad abierta», estrenada en 1945, nada más terminar la II Guerra Mundial , es una película de uno de los maestros del neorrealismo Roberto Rossellini y está ambientada en la capital italiana ocupada por las tropas nazis. El valor y la dignidad tenían nombre de mujer, en el papel que interpretaba Anna Magnani.
Otro de los maestros del cine italiano, Federico Fellini , dirigió en 1954, en su etapa neorrealista, «La strada» que incide en las relaciones humanas, el dolor y la búsqueda de la redención. Una película ambientada en el mundo del circo con Anthony Quinn y Giulieta Massina, esposa del realizador, en los papeles más destacados.
Finalmente, entre las preferencias del Papa Francisco hay que citar «El Festín de Babette» (1987), película danesa de Gabriel Axel que relata como una refugiada francesa de la guerra franco-prusiana del último tercio del siglo XIX, es acogida por dos hermanas ancianas, que recuerdan con nostalgia su juventud y el puritanismo de la época. La llegada de Babette cambia sus vidas y más cuando tras tocarle la lotería decide organizar un banquete, invitando a todo el pueblo, con lo mejor de la gastronomía francesa. Babette revoluciona la comunidad a través de la cocina. A Francisco le gustaba aquella película por la generosidad de la protagonista y por trasmitir alegría a toda la comunidad.
No eran malos los gustos del Papa Francisco, estamos hablando de tres obras maestras de la historia del cine, tres joyas que no dejan indiferente a nadie porque todas reflejan el devenir de la humanidad. Dignidad, lealtad , generosidad y también alegría por vivir.