OPINIÓN
Cuando el cine es puro espectáculo
'Misión imposible' es puro entretenimiento, lo que ya es mucho
Han pasado nada más y nada menos que treinta años desde que Tom Cruise se pusiera por primera vez en la piel de Ethan Hunt, un agente especial, capaz de las odiseas y los logros más complejos , siempre acompañado por su equipo, como ocurría en la serie de televisión en que se sustenta la saga cinematográfica. Tres décadas y ocho películas con las aventuras más complicadas y las escenas de acción más espectaculares posibles.
El éxito de Misión Imposible tiene como principal responsable a Tom Cruise, Un actor que no ha dudado en rodar las escenas más complejas y peligrosas desde que se pusiera en el papel de Ethan Hunt en 1996. Entonces tenía treinta y dos años, ahora sesenta y dos, pero parece que ha firmado un pacto con el diablo. En esta última y definitiva entrega lo vemos subirse en una avioneta de los años treinta a 3000 metros de altura además de protagonizar persecuciones imposibles, encarnizadas peleas o, en una de las secuencias más claustrofóbicas o angustiosas, descendiendo a las profundidades del océano Ártico, a la búsqueda del submarino nuclear ruso, Sevastopol. Cruise, no tuvo que irse al Ártico, porque esa secuencia se rodó en los estudios británicos Longecross, con un formidable tanque de agua, con capacidad para ocho millones de litros. No hay nada como tener un presupuesto de 400 millones de dólares para hacer posible los mejores efectos especiales o contar con las localizaciones más exóticas. Las superproducciones de los grandes estudios suelen, en la mayor parte de los casos, recuperar con creces el dinero invertido.
Guion correcto, diálogos un tanto enrevesados y como digo, mucha acción en la línea de todas las películas de la saga, incluyendo, ahora, mensajes en favor de la preservación del Planeta . En esta octava y definitiva «Misión Imposible», Ethan debe enfrentarse a la inteligencia artificial, a un algoritmo capaz de acabar con el Planeta después de hacerse con los sistemas nucleares de prácticamente, todos los países que poseen el arma atómica.
Ethan Hunt le dice a la presidenta de EEUU: «necesito que confíes en mí una última vez». Y los espectadores supongo que, también, sabiendo que nunca pierde. Una saga que tomó el relevo, en cierta forma, a James Bond que tampoco recurrió en exceso a la violencia y que mantuvo su buena dosis de humor e ironía durante los muchos años que ha estado presente en las pantallas.
«Misión imposible» es puro entretenimiento, lo que ya es mucho.