OPINIÓN
¿Volverá otro apagón?
Sánchez ya no convence a nadie. Podrá aparecer las veces que quiera para intentar explicar lo inexplicable y culpar a todo el que le venga en gana, como hace desde hace años
Todavía, y ya han pasado cuatro días, nos estamos preguntando que fue lo que pasó el lunes. De pronto, sin comerlo ni beberlo, nos quedamos a oscuras desde las 12,28 a las 21,15 ¿Cómo? Eso quisiéramos saber todos. Los más previsores, aquellos que ... siguieron las indicaciones que dio hace algún tiempo Dña. Úrsula (entiéndase la Von der Leyen) sacaron del armario su kit de supervivencia para 72 horas y pudieron comer caliente. Los demás, los más por supuesto, tuvimos que conformarnos con abrir un bote de alubias precocidas y picando un tomatito, dos pimientos, algunos tomates Cherry, media cebolla y una lata de atún e improvisar una ensalada que colmara nuestro apetito de medio día. Afortunadamente pudimos estar conectados con nuestro transistor de pilas a las cadenas radiofónicas que puntualmente nos informaban de lo que estaba aconteciendo. A causa, al parecer de una alteración en los flujos eléctricos, se había producido un apagón general. Toda la península ibérica y parte del sur de Francia estaba sin electricidad. Un nuevo caos.
Pasadas más de seis horas compareció, para no aclarar absolutamente nada, nuestro presidente de gobierno y tras otra perorata como las que nos largaba cuando la pandemia, nos recomendó que tuviéramos paciencia, que pronto tendríamos luz otra vez. La incertidumbre fue in crescendo y, efectivamente, poco a poco se fue recuperando el flujo eléctrico hasta que a las 21, 15 volvieron a encenderse las bombillas en Cádiz.
Hoy, ya viernes, seguimos inmersos en la duda ¿volverá de pronto otro apagón?: ahora nos cogerá prevenidos. Hemos comprado pilas, papel higiénico y hasta sabemos que podemos calentar el café con el quemador de la fondue. Lo que seguimos sin saber es que fue lo que pasó. A consecuencia de esto hasta Portugal ha pedido desligarse de nuestro país en el tema eléctrico, por algo será. Sánchez ya no convence a nadie. Podrá aparecer las veces que quiera para intentar explicar lo inexplicable y culpar a todo el que le venga en gana, como hace desde hace años. Pero ya lo tenemos calao, su credibilidad es más que nula.