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Han sido sin duda días de gran disfrute pero sobre todo han servido para paliar en alguna medida la falta de ingresos a nuestra ciudad
Comentaba en mi última columna, hace ahora quince días, que se nos avecinaban días de grandes acontecimientos y que ante la creciente expectación que despierta todo lo relacionado con nuestra ciudad se esperaba una avalancha de visitantes. Hoy, después de estas celebraciones, solo queda felicitarnos por el éxito de estas convocatorias. Comenzábamos disfrutando de la nueva experiencia del South Series (no en tiendo el porqué del anglicismo) y tanto los hoteles, los restaurantes como las alfombras rojas instaladas por doquier, se llenaban de curiosos que se agolpaban para disfrutar viendo a tantos actores que se han acudido a Cádiz para promocionar sus series. Ha sido sin duda una agradable sorpresa el éxito cosechado por este naciente festival. Parece que después de esta edición no sería extraño que se convirtiera en una nueva cita cinematográfica a considerar en años venideros ampliando la ya tradicional de Alcances.
Casi apagándose las candilejas de este, aparecían las carpas en el muelle ciudad que anunciaban una nueva edición, la tercera en Cádiz, de la Sail GP. Los fórmula 1 del mar han surcado, nunca mejor dicho a toda vela, las aguas de nuestra bahía. Para nosotros lo de menos ha sido el resultado y, aunque celebramos con júbilo el triunfo en la primera manga de los gallos españoles, nos dio igual el triunfo final del catamarán americano, la verdad. El espectáculo marítimo ha resultado impactante una vez más pero en esta ocasión ha sido mucho más trascendente por la animación de las calles y las actividades paralelas que se han programado para acompañar a este evento. Seguramente la experiencia adquirida en años anteriores ha servido para este año y es preciso resaltar que a todos nos ha dejado un buen sabor de boca. Me comentaban el otro día unos industriales hosteleros que sin duda apostaban por una Sail GP cada mes. En su negocio la caja obtenida era comparable e incluso superaba a las obtenidas con los carnavales y, lo que más celebraban, con un público más tranquilo.
Se han programado actividades para todos los gustos: concierto de música clásica en el atrio del Ayuntamiento, visitas guiadas con diferentes programaciones a la ciudad al recinto medieval y los baluartes, conciertos en la Plaza de San Antonio destacando los multitudinarios de Muchachito Bombo Infierno y Chambao, actuaciones en diferentes tablaos de agrupaciones de nuestro carnaval, exposiciones de pintura en el balcón ajardinado de nuestra alameda y hasta una gymkhana familiar. Quiero destacar también, por lo que para mí supone, el espectáculo de nuestros grupos de folklore animado con sus bailes calles y plazas del centro histórico. Nos hicieron recordar aquellos desfiles del desaparecido pero no olvidado Festival Internacional de Folklore. Sirvan estas líneas y sobre todo el espectáculo que ofrecieron para reivindicar su recuperación para la ciudad.
Han sido sin duda días de gran disfrute pero sobre todo han servido para paliar en alguna medida la falta de ingresos a nuestra ciudad. Si estos eventos suponen una fórmula para que nuestra economía vuelva a florecer, benditos sean. Hay que agradecerlos y potenciarlos, pueden ser una de nuestras tablas de salvación.
