OPINIÓN

No merecemos esto

En una misma semana meteorológicamente hemos pasado de la sequía más pertinaz a sufrir graves inundaciones

Antonio Fernández Repeto

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Estamos viviendo una semana intensa. Ha comenzado, ya por fin, la temporada otoñal. Han bajado las temperaturas y, por lo que estamos viendo, las borrascas atlánticas han recuperado su ritmo habitual trayendo al golfo de Cádiz uno tras otro los tan esperados frentes de lluvia. Aunque, según los meteorólogos, todavía tiene que llover mucho mas para que los pantanos se recuperen y podamos tener agua embalsada que asegure nuestro suministro, lo cierto es que ya los números de litros caídos son una bendición y una tranquilidad.

Pero también en esta pasada semana estamos siendo testigos de unas jornadas históricas. En el aspecto positivo, al menos para mí, el pasado día 31 de Octubre, día en que la princesa de Asturias y heredera al trono de España alcanzó su mayoría de edad, pudimos presenciar, como manda nuestra Constitución vigente, y gracias a la cobertura prestada por la televisión unos momentos que probablemente no se vuelvan a ver en muchos años. La princesa Leonor acudió, con todo el boato protocolario correspondiente, al palacio de las Cortes para prestar su juramento de fidelidad a nuestra Constitución. Aceptaba de buena fe su condición de heredera al trono y como cabeza visible futura de la presidencia del estado se ponía a disposición del pueblo soberano en su máxima expresión, las Cortes Generales. Fue un momento solemne similar al que su propio padre hace ahora 38 años protagonizó en el mismo lugar. No viene ahora al caso discutir la conveniencia o no de mantener estas instituciones pero mientras nuestro ordenamiento político sea el que es y que fue refrendado por todos los españoles, me sentiré identificado con esta monarquía constitucional.

Me identifico también con las palabras que S.M. Felipe VI le dedicó a su hija: la constitución de 1978 trajo a España la libertad y la democracia. Demostró que éramos capaces de convivir desde la tolerancia y el respeto aceptando las discrepancias y las diferencias. En definitiva nuestra Constitución actual se hizo entre todos y para todos. Por eso no puedo comprender como a pocas horas de haber escuchado esta proclama del Rey, el candidato a la presidencia del gobierno puede pactar su investidura con partidos que abiertamente pone en solfa a nuestra Constitución. Ellos también por juramento o promesa, están obligados a cumplirla y defenderla por lo que entiendo mucho menos que, habiendo proclamado la lealtad del Gobierno a la heredera, sea cómplice de las palabras de una ministra que manifiesta abiertamente que luchará con todas sus fuerzas para evitar que reine en un futuro.

Realmente estamos viviendo tiempos muy convulsos. En una misma semana meteorológicamente hemos pasado de la sequía más pertinaz a sufrir graves inundaciones y a nivel político también estamos padeciendo estas contradicciones que nos dejan anonadados. Lo que hoy es anticonstitucional y flagrante delito se convierte por aquello del «truco o trato» en necesario y conveniente para la convivencia de los españoles. Otra mentira más y van muchas. ¿Para cuándo la reacción de sus correligionarios y partidarios? Lo que está muy claro es que los españoles no merecemos esto.

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