El fútbol es algo más que dinero

España ostenta, sin duda, un puesto principalísimo en el fútbol a nivel mundial, tal y como evidencia la larga lista de éxitos que cosechan tanto los clubes como la selección en las más altas y prestigiosas competiciones desde hace años, razón por la cual la Liga goza de un amplio seguimiento en el extranjero. Prueba de este interés es que la patronal del fútbol nacional anunció ayer un ambicioso acuerdo con la compañía de medios Relevent para impulsar el crecimiento del deporte rey en Estados Unidos y Canadá durante los próximos quince años, entre cuyas condiciones se incluye la celebración de un partido de la temporada oficial en suelo norteamericano, algo inédito hasta la fecha. En general, la firma de este convenio será beneficioso para nuestro fútbol, ya que siempre es positivo abrir nuevos mercados y oportunidades de negocio mediante la promoción de la Liga en el exterior, y más tratándose de la primera economía mundial, pero no todo es cuestión de dinero .

La necesaria y legítima búsqueda de beneficios por parte de los equipos siempre ha de tener en cuenta el interés de los socios , base sobre la que se sustenta la competición (sin aficionados en el campo, esta moriría) y parte de la propia supervivencia de los clubes. La externalización de un partido no debiera ir nunca más allá de esa mera campaña de promoción por muy rentable que sea el que, con el tiempo, sean más encuentros los que se celebren fuera de España. Ya son cautivos los aficionados de los «originales» horarios que a veces impone la televisión de turno que tenga los derechos, dándose la circunstancia de partidos que empiezan un día (más allá de las diez de la noche) y terminan al siguiente. El negocio del fútbol no debe perjudicar a quienes , en última instancia, lo mantienen en pie .