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Vela

Así es el día a día en la Clipper Race: un exigente sueño hecho realidad

COMPETICIÓN

LA VOZ acude a Puerto Sherry y conoce en primera persona desde el London Business School cómo es una jornada en una de estas embarcaciones

El valenciano Luis Martínez-Curt, tripulante del Qingdao, y el barcelonés Lucas Roig, tripulante del Unicef, detallan cómo es la experiencia

Los primeros barcos de la Clipper Race arriban a Puerto Sherry tras una dura travesía

Puerto Sherry abre las puertas de la Clipper Race antes de su salida oficial

Imagen de la visita guiada por la Clipper Race. M. E.
Antonio Valimaña

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Puerto Sherry acoge durante estos días la Clipper Round the World Yacht Race, prestigiosa regata oceánica que está considerada como la más exigente e inclusiva del mundo.

Este puerto deportivo de El Puerto de Santa María es una de las dos escalas de la primera etapa, que empezó en Portsmouth (Reino Unido) y llegará a Punta del Este (Uruguay) dentro de unos 25 días. Todo depende de los numerosos factores que tendrán lugar durante casi un mes a la hora de pasar el 'charco'.

Tras zarpar el pasado 3 de septiembre desde las aguas británicas y recorrer más de 1.200 millas náuticas, las diez embarcaciones recuperan fuerzas en Puerto Sherry, el mismo escenario donde ya estuvieron hace dos años. Aquí han llegado después de una travesía marcada por las condiciones meteorológicas adversas que provocado un leve retraso sobre el calendario previsto. Y desde este mismo enclave pondrán rumbo a Sudamérica el próximo domingo 14 de septiembre, coincidiendo además con la partida de la Globe 40 desde Cádiz, otra gran cita de la navegación oceánica. Competición esta última con un marcado carácter profesional y que llegó más tarde lo previsto a La Tacita de Plata, coincidiendo así en fechas con la Clipper Race a su paso por El Puerto de Santa María.

Una imagen de la jornada. M. e.

En una semana repleta de actividades abiertas al público. La marina se ha convertido en el epicentro de la vela internacional con conciertos, talleres náuticos, experiencias Clipper, visitas guiadas a bordo, y una Terraza Village que reúne gastronomía, turismo y cultura junto al mar.

Una cita que causa sensación

Y también se han vivido experiencias únicas con los medios de comunicación como invitados. Ahí ha estado LA VOZ, que ha podido vivir 'in situ' cómo es el día a día de los participantes en esta regata internacional. Todo ello durante más de una hora de navegación por la Bahía de Cádiz, divisando desde el horizonte las ciudades de El Puerto de Santa María, Cádiz y Rota.

Embarcados en el London Business School, y tras empezar la jornada con un desayuno en el Restaurante La Terraza de Puerto Sherry, la expedición contó con la acogida de la expedición británica y la ayuda de dos de los participantes en la cita. Por una parte, el valenciano Luis Martínez-Curt, tripulante del Qingdao. Por otro lado, el jovencísimo barcelonés Lucas Roig, tripulante del Unicef.

Acceso al interior de la embarcación. M. E.

London Business School (con Gav Rees de patrón), Qingdao (Philipp Quinn al mando) y Unicef son algunas de las embarcaciones presentes, ya que completan el cartel Team Scotland (patroneado por Heather Thomas y con el andaluz Ricardo Sánchez-Moreno entre su tripulación), Power of Seattle Sports (patroneado por Ángela Brandsma), Yacht Club Punta del Este (con David Sautret), Gosh (actual líder), Tongyeong, Washington DC y Warrant. Todos ellos han sido recibidos en el pantalán por el 'staff' de Puerto Sherry, con su directora comercial Mariluz Rivero al frente.

Los presentes en la cita coinciden: se puede cumplir un sueño al dar la vuelta al mundo por el mar sin haber tenido una experiencia previa ni ser un profesional, pero se trata de un desafío de resistencia sin igual, enfrentándose a las condiciones oceánicas más extremas del mundo. Y todo ello formando parte de un equipo a bordo de un yate de 21 metros. «Puedes no conocer a nadie cuando entras, pero formas un auténtico equipo. Son las personas con las que vas a compartir días y días», relata Luis Martínez-Curt, quien estará presente hasta llegar a Australia.

Los participantes se preparan en las aguas de la Bahía de Cádiz. M. E.

A Luis esta experiencia tan singular le viene como un regalo de su familia. También con el apoyo de su familia está el joven Lucas Roig, que además está presente en la Clipper Race gracias a varios sponsors.

Ocho etapas y diversas escalas

Liderados por un capitán y un primer oficial profesionales, la circunnavegación completa constan de 40.000 millas náuticas. Una ruta indescriptible que recorre los infames los océanos Atlántico, Antártico y Pacífico Norte, incluyendo escalas en algunos de los destinos más espectaculares del mundo.

Un total de ocho etapas con varias escalas hasta acabar en el mes de julio de 2026. Todo ha comenzado en Portsmouth hasta Punta del Este (Uruguay) con escala en Puerto Sherry. Tras cruzar el Océano Atlántico después tocará volver, pero desde Sudamérica hasta Sudáfrica. Y así continuar de Sudáfrica a Australia en la tercera etapa.

Rodear Australia será el desafío en el cuarto asalto, de la zona occidental a la zona oriental. Será la previa al desafío Asia-Pacífico, con inicio en Australia y final en China, con escala en Filipinas.

Puerto Sherry, en El Puerto de Santa María, es una de las paradas de la competición. M. E.

Atravesar el Océano Pacífico será la sexta etapa, llegando a la Costa Oeste de Estados Unidos. Y de ahí a atravesar América de costa a costa, de Oeste a Este para iniciar la última aventura, la octava, partiendo de la Costa Este de Estados Unidos, los equipos se dirigirán al norte hacia Canadá, donde encontrarán temperaturas en descenso y zonas de niebla a medida que se acercan a los Grandes Bancos al sur de Terranova. Así hasta el final en Portsmouth (Reino Unido), varios meses después.

La exigencia del día a día

A este reto se viene con lo justo. En torno a 15 o 20 kilogramos de peso extra por cada uno (sin contar ropa de agua, saco de dormir y demás) para hacer frente a jornadas muy intensas en la que la comida es muy ligera de día y más consistente y calórica en la cena. En total unas 5.000 calorías en los menús diarios porque ahí la exigencia es máxima. Todo ello mediante la fabricación en una reducida cocina en la que todo está medido al detalle. «Los menús están bien pensados y estudiados, aunque la climatología también juega su partido. Yo estaba un poco preocupado al principio, pero te acabas acostumbrando», señala Luis Martínez-Curt, quien revela que «ya ha explotado alguna sopa de tomate».

La cocina de la embarcación. M. e.

A la hora de dormir todo se complica. Las reducidas camas son ocupadas sin descanso y de manera rotatoria, ya que únicamente dos de ellas, las que están junto a la sala de mandos, tienen dueños.

«Nos enseñan a trabajar en equipo y es una aventura de convivencia, pues los que vamos a bordo no nos conocemos y tenemos que convivir en un espacio reducido y espartano, hacer guardias de cada seis y cuatro horas, y trabajar para que todo vaya bien por el bien de todos», señala Lucas Roig.

Así son las camas en la embarcación. M. E.

Una experiencia única en la que también se viven situaciones muy comprometidas. «Tenemos médico a bordo, aunque tuvieron que evacuar a un compañero herido de gravedad por un traumatismo en el cráneo. Eso ha sido lo peor hasta ahora», recuerda Luis Martínez-Curt.

Entre 7.000 y 8.000 euros tiene el coste individual de cada etapa, ascendiendo a unos 50.000 euros en el cómputo global para participar en la Clipper Round the World Yacht Race, una prueba que vuelve a dejar huella en la Bahía de Cádiz.

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