Real Madrid

Cristiano brilla en su estadio fetiche

El Balón de oro ha jugado quince partidos en el Camp Nou, todos desde que llegó en 2009, y ha marcado doce goles

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

Esta cita la tiene marcada en su calendario. El Real Madrid piensa en la Champions desde hace cinco días, pero Cristiano no se quería perder el clásico en el Camp Nou por nada del mundo. Es su partido ideal. Es su campo preferido. El Balón de Oro ha disputado los quince encuentros que el conjunto madrileño ha abordado en el coliseo azulgrana desde que Florentino Pérez le fichó hace nueve años. Y ha marcado doce goles en este balance. El césped barcelonés es su sitio. Y el de Zidane, que nunca ha perdido en La Masía como entrenador.

Ramos jugó su partido 561 con el Real Madrid e igualó a otro mito, Pirri, en el octavo puesto del ránking histórico de jugadores con más encuentros en el club

Anoche, «The Best» volvió a ser el mejor futbolista del Real Madrid en un clásico. El portugués demostró desde el primer minuto, cuando cogió un balón en ataque, que tenía ganas de lucirse. En su primer remate, de cabeza, avisó con peligro. Y en la segunda jugada clara de ataque de los blancos remató el tanto del empate en una carrera con frenesí que le costó un esguince de tobillo. Piqué le pisó con fuerza en su intento de evitar la igualada .

Cristiano sufrió un esguince en el tobillo derecho cuando marcó, producto de un duro pisotón de Piqué, y aguantó hasta el descanso después de tener otras dos ocasiones y de traer en jaque a Sergi Roberto, que acabó expulsado

El central le saludó después, sabedor del duro golpe que propinó a su antiguo compañero en la etapa de ambos en el Manchester United. Cristiano se dolió del tobillo desde ese momento. Pero quiso continuar. Creó otras dos ocasiones de marcar. En la primera, Ter Stegen evitó el segundo gol visitante al ganar el mano a mano al delantero. En la segunda, el disparó se le marchó cruzado. Lo más destacable es que el artillero madridista ganaba todos los saltos de cabeza a los centrales del Barcelona. Su ansiedad de triunfo era ejemplar.

A Ronaldo se le da mejor jugar el clásico a domicilio porque encuentra los espacios que en el Bernabéu no disfruta. Trajo en jaque a Sergi Roberto, que al final acabó expulsado por dar un manotazo a Marcelo. El lateral barcelonista estaba ofuscado por los problemas que sufrió con el madeirense a los largo de todo el primer tiempo.

Seis de esos doce tantos del ariete del Real Madrid en el Camp Nou los ha firmado en Liga. Es la única clasificación que le queda por superar en la historia del club. Francisco Gento, con ocho, aún le adelanta en aciertos ligueros en territorio comanche.

Dolorido, Cristiano fue sustituido en el intermedio por Asensio . Zidane no quiso que arriesgarse más con una final de la Copa de Europa a veinte días de distancia. La revisión de los médicos en el vestuarios detectó que la estrella blanca, el rival eterno de Messi por los galardones, sufría un «esguince leve en el tobillo derecho». Bale tomó el testigo de Cristiano y consiguió el segundo empate del partido en un bonito disparo. Cristiano, desde el banquillo, se movía como si estuviera en el campo .

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