¿Qué pasaría si el Estado vendiera «Las Meninas»?

El Centro Dramático Nacional presenta la obra de Ernesto Caballero «La autora de Las Meninas», con Carmen Machi como protagonista

Carmen Machi, en «La autora de Las Meninas» David Ruano
Julio Bravo

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Año 2037. Sor Ángela , una monja copista, recibe de la directora del Museo del Prado el cometido de realizar una copia exacta de «Las Meninas». Detrás del encargo se oculta la intención del Gobierno de vender parte del patrimonio cultural español para salvar la situación económica. Así arranca « La autora de Las Meninas », una obra que llega hoy al teatro Valle-Inclán de Madrid después de una gira de cerca de un año. Cuenta con texto y dirección de Ernesto Caballero y un reparto encabezado por Carmen Machi , a la que acompañan Mireia Aixalà y Francisco Reyes .

«Es una fábula distópica »; con estas palabras define Ernesto Caballero esta obra, en la que la religiosa sufre una transformación y pasa de su inicial inocencia a tomar conciencia de su subjetividad y su capacidad creadora, hasta el punto de convertirse en una «performer mediática». « Es un relato sobre la vanidad », añade el autor, que reconoce en el texto ciertas referencias calderonianas («El mágico prodigioso») al introducir en el texto un personaje, un vigilante del museo, que encarna la tentación. El tercer personaje es la directora del Prado, en quien Caballero ha volcado su frustración ante los representantes de la «nueva política» : «Pertenece a un partido que se llama Pueblo en pie, pero que no se diferencia de los de la “vieja política”; no entienden lo que la cultura significa para la regeneración política».

«Concebí una distopía -explica Caballero- en la idea de que la preservación del patrimonio corría el riesgo de desaparecer. Al hacer una sátira planteaba que incluso los propios responsables del patrimonio relativizaban el sentido de salvaguardar las grandes obras del pasado. ¿Por qué no vender las obras maestras para cubrir la Deuda Pública? Este discurso se dejó sentir en algunas voces que, en plena crisis, plantearon la posibilidad de la venta del patrimonio artístico como un camino para tapar agujeros.

Y es que «La autora de Las meninas», según reconoce el dramaturgo (actual director del Centro Dramático Nacional) tiene una doble dirección; «por un lado, la reflexión sobre la condición del artista hoy, su compromiso y, por otro lado, un asunto más general que alude a la relación de la sociedad con su patrimonio. Surgió el tema de la vanidad del artista. La obra plantea la pregunta de qué ocurre cuando la legítima y encomiable subjetividad del creador se convierte en mero ensimismamiento y en vanidad inflada . De estas inquietudes nació una autocrítica hacia la figura del artista contemporáneo, extensible, naturalmente al creador escénico».

«Esta obra habla del ayer, del hoy y del mañana», completa Carmen Machi , su protagonista, que defiende que «no hace falta ser artista para ser vanidoso; los hay en todas partes. La vanidad realmente juega una mala pasada cuando uno pierde la capacidad de admirar al de al lado. ¿Que cómo se lucha contra ella? Solo se puede hacer trabajando».

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