Granados, en danza en el Liceo

La Compañía Nacional de Danza rinde homenaje a Enrique Granados con la coreografía «Anhelos y Tormentos» que firma Dimo Kirilov. «Esta noche en el Gran Teatro del Liceo es el estreno absoluto», subraya José Carlos Martínez que lleva cinco años al frente de esta compañía y que está muy contento con el resultado de esta pieza porque aúna la creación contemporánea con la música de Granados. «Creo que es una forma de dar nueva vida a Granados para que el público entienda su música».

«Es un reto realizar una obra sobre Granados sin que parezca un recital bailado», comenta Kirilov que ha dado sus directrices a la pianista Torres-Pardo y a los ocho bailarines con lo que comparte escenario.

«Era necesario concebir la creación como un todo», puntualiza Kirilov, exbailarín de la Compañía Nacional y afincado desde hace años en España. «Intenté pensar en lo que inspiró a Granados cuando componía esas músicas y vi claro que se inspiraba en los compositores románticos. Entonces pensé en qué se inspiraron ellos y trabajé con las características del romanticismo», resume el coreógrafo.

«El título, “Anhelos y tormentos”, surgió después de leer durante meses sobre el Romanticismo; si uno no desea tanto, no tiene tantos tormentos…», bromea. La escenografía es abstracta y los bailarines visten con ropas románticas. «Les oigo jadear y correr y eso me contagia muchísimo», añade Torres-Pardo.

Este montaje viaja después a Terrassa, en julio podrá verse en el Teatro Real y poco después en El Escorial.

Variedad de propuestas

La CND ofrece un programa completo de cuatro piezas que viaja desde lo más clásico a lo más contemporáneo. Las coreografías «In the Night» y «Vertiginous Thrill of Exactitude» son piezas en las que la compañía se estrena pero que ya han sido representadas por otros grupos, mientras que «Raymonda Divertimento» ya formaba parte del repertorio de la Compañía Nacional de Danza.

Martínez celebra que la conjunción de danza clásica y contemporánea permite enriquecer y abrir las miras del público: «Mucha gente nunca ha visto contemporáneo y lo ha visto gracias a esas mezclas, y al revés. Nuestra compañía ofrece estas dos vertientes que conviven muy bien».

«Después de estos cinco años es un momento para ver por dónde puede ir la compañía –reflexiona José Carlos Martínez-; me gustaría tener un repertorio de contemporáneo y poder invitar cada año a un coreógrafo residente que trabaje con los bailarines. Por fin estamos asentados y podemos ir a teatros grandes como el Liceo o el Real».