Salvador Sobral conmueve a sus fans en su concierto de despedida en Estoril

Globos blancos en forma de corazones, lágrimas y sonrisas de esperanza para decir adiós al ganador de Eurovisión, en espera de un trasplante urgente

Salvador Sobral durante su actuación en la final de Eurovisión REUTERS
Francisco Chacón

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Los jardines del Casino de Estoril, a 25 kilómetros de Lisboa, se convirtieron en un escenario con sabor a ¿despedida?, a un ¿hasta luego? Solo el tiempo lo dirá, pero Salvador Sobral se dejó la piel para satisfacer a sus miles de fans en su último concierto , al menos en un largo periodo de tiempo.

El ganador de Eurovisión quiso aprovechar el Festival Internacional de Cultura de Cascais para ofrecer un regalo muy especial a esa legión de seguidores que no ha dejado de crecer desde que asombró al mundo con la sensibilidad de su jazz-pop en clave de ‘Amar pelos dois’ (‘Amar por los dos’). Era una velada para apelar a los sentimientos, a la esperanza, a la melancolía.

Como no podía ser de otra manera, el público respondió. Cientos de globos blancos en forma de corazón se desplegaron en la explanada. Signos de la victoria en los dedos. Lágrimas, pero también sonrisas.

Y todo porque este joven de 27 años ha conquistado Portugal en solo cuatro meses, los transcurridos desde ese 13 de mayo grabado para siempre en su frágil corazón.

Su interpretación del tema compuesto por su hermana Luisa cautivó a los 182 millones de espectadores que seguían Eurovisión por TV… y ahora comprobamos que su sufrimiento personal se encontraba detrás de tan magistral ‘performance’.

Su equipo médico le ha dibujado un duro panorama si no hacía un alto en el camino de su carrera musical . Así que se ha visto obligado a seguir sus indicaciones y abandonar temporalmente su trayectoria.

Por eso, el aire que se respiraba en Estoril podía cortar el aliento de más de uno , con la congoja instalada en los corazones de todos los asistentes y el deseo de volver a ver a Salvador en todo su esplendor más pronto que tarde.

Él se mantuvo entero como pudo y se acercó al micrófono con la intención de proclamar a los cuatro vientos: “Gracias por tanta sensibilidad”.

La sensación de fatiga le acecha a cada instante, porque el vital órgano únicamente le funciona debido al aparato que lleva implantado (de ahí sus camisas anchas y siempre por encima de los pantalones), que unas fuentes cifran como un marcapasos y otras como un desfibrilador.

Nada extraño, por tanto, que él mismo reconociese unos pocos días atrás: “No es un secreto para nadie que mi salud es frágil. Tengo un problema y debo entregar mi cuerpo a la ciencia, y retirarme de los escenarios y de la música en general. Ir a un mundo en el que se resuelvan mis problemas. Seguramente, ese problema quedará resuelto, pero no sé cuándo”. Y continuó a través de su cuenta en una conocida red social: “Quiero agradecer vuestro apoyo. Volveré pronto, es un adiós temporal. Todo irá bien, que nadie se preocupe”.

En medio de la multitud, su voz sonaba tan sosegada e íntima como es habitual en él . De acuerdo, un auditorio al aire libre no parecía el mejor enclave para disfrutar de la sutilidad que le caracteriza, pero también es cierto que eso en Portugal no resulta excepcional, pues todo el mundo está acostumbrado a escuchar fado incluso en fiestas populares.

De modo que su único álbum hasta la fecha, ‘Excuse me’, se erigió en el vehículo a través del cual Salvador dijo a sus devotos: “Os quiero”.

Junto a su inseparable pianista, el excelente Julio Resende, desgranó tan sentido repertorio, con momentos en castellano (‘Ay amor’, ‘Veinte años’) al lado de su modulación portuguesa, la misma que se alzó al primer puesto en Eurovisión por delante de tantos cantantes que eligen el inglés. Eso sí, la lengua de Shakespeare luce con igual brillantez en sus labios, tal cual acedita cuando aborda clásicos del jazz vocal como el inolvidable ‘Autumn in New York’.

Los médicos le dijeron a comienzos de este 2017 que, si no llegaba un corazón compatible con el suyo, le quedaba solo un año de vida. Y ya han transcurrido nueve meses.

Esta es la razón de que hayan saltado todas las alarmas. De hecho, hace poco más de una semana su agencia de representación, Fado In A Box, lanzaba el siguiente comunicado: “Por indicación médica, no puede cumplir con los compromisos profesionales programados para los próximos días. El músico tiene que parar su actividad unos días para el control de sus condiciones de salud”.

Fue la antesala para este adiós que deja a sus adeptos con el corazón en vilo. Mientras tanto, su hermana Luisa mantendrá viva la llama musical de la familia , tal cual ha plasmado con gran clase en los cuatro álbumes que tiene publicados.

Salvador y ella misma llevan España en su memoria permanente, especialmente desde que él residió en Palma de Mallorca y en Barcelona. Además, a ambos les encanta el cine de Pedro Almodóvar, del cual destacan sus comedias más hilarantes.

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