The Who, en el escenario del Mad Cool
The Who, en el escenario del Mad Cool - EFE

El Mad Cool, más allá de The Who, inaugura su andadura madrileña

En los escenarios secundarios no faltó ni la música ni el público

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Al fin llegó el día, la prueba de fuego para un festival que busca hacerse un hueco entre los grandes. Por ello este jueves los madrileños han bailado al ritmo de unos históricos The Who pero también con novicios en el Mad Cool Festival que daba el pistoletazo de salida a una edición que busca atraer a todos y todo. Y la prueba de ello es que más allá del escenario principal también ha habido vida, y mucha. Eso a pesar de competir con los grandes y con cabezas de cartel, los otros cinco escenarios han tenido una afluencia más que aceptable de público. En total, más de 34 mil personas asistieron a esta primera jornada según han indicado los organizadores.

Podrían haber entrado 11 mil más.

Sorprendía la lluvia (ligera, en forma de pequeñas gotas) a primera hora de la tarde, cuando el público aún estaba llegando desde el metro y solucionando los múltiples problemas que se han encontrado al canjear su entrada por la nueva y moderna pulsera inteligente (para validarla, para cargarla de dinero…). Y después unas temperaturas que los madrileños no esperaban conforme caía la noche e iban descendiendo. Pero no fue suficiente para apartar a los más fieles, aquellos que desde primera hora ya habían ocupado posiciones para ver a The Who. Poco importaba que, al lado, en el otro escenario descubierto (el 2) unos entregados Lori Meyers hicieran botar a un público que, agradecido, les regaló a ellos la letra de sus canciones. Mientras, en uno de los escenarios más pequeños (y techados, en los que no corría aire), Alison Mosshart terminaba la actuación de The Kills literalmente por los suelos.

Ya había llegado el turno a la veterana banda británica. La gran masa de gente que se dirigía hacia el escenario principal se notaba cada vez más entre unos despistados festivaleros que tenían que preguntar a menudo dónde toca su grupo favorito (si en el escenario Caja Mágica, si en el Green o el Avalon…). Pero mejor no preguntar a la organización, que más que orientar, confundían. Lo peor que puede pasar es tener un problema. En cualquier caso, la música seguía pese a las colas que no cesaban en los puntos de información.

Monarchy plantó cara a los Who desde un escenario secundario cuya pista se quedó pequeña. Afuera, por los laterales del principal aún se podía llegar a las primeras filas y ver a unos Who que siguen en forma. Dentro, eso sí, un público más joven y entregado bailaba al ritmo de alguna nueva canción. Se quedó pequeño el aforo para Is Tropical mientras resonaban en todo el recinto los acordes de Garbage ya pasadas las 11 de la noche.

Aún quedaba lo mejor: Django Django, Editors y Vetusta Morla.

Le perdonamos a Django Django que se presentaran a su público emocionados por ser «su primera vez en Madrid». Ya habían tocado en el Dcode en 2012. En la pista resonaban sus acordes, eso sí, como no lo habían hecho hace cuatro años.

Editors, que estuvieron en noviembre en la capital, hicieron saltar y gritar. Un feliz Tom Smith, incansable, regaló muchos besos a sus oyentes. «De Vetusta vemos un par y nos vamos, que si mañana no tuviéramos nada que hacer…», decía alguien a su pareja.

Los madrileños lo sabían y quizá por eso dieron las gracias «por estar un jueves y a estas horas de la madrugada» en su regreso a Madrid tras el final de gira. Hasta el momento nadie ha cantado tanto como con Vetusta Morla. Pero hoy continúa el espectáculo.

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