Constelación de estrellas literarias para la rentrée

Dice Ricardo Piglia (Adrogué, 1941) en «La forma inicial» (Eterna Cadencia) que para él «es mucho más interesante la literatura que la vida». Y no le falta razón al escritor argentino, último premio Formentor. La prueba es que, cada septiembre, antes de que comience el curso escolar y cuando las vacaciones aún palpitan en el retrovisor, los ávidos lectores (que los hay, y muchos) salen al encuentro de las nuevas novelas de sus escritores favoritos. Lo hacen en una peregrinación, casi mística (por lo que tienen de sagradas las fechas de lanzamientos), hacia las librerías, donde las editoriales colocan, como si les fuera la vida en ello (que les va), lo más granado de sus novedades.

Mucho se juega el sector, que en 2014 vio cómo su facturación subía (un 0,6%) por primera vez tras cinco años de caída.

A incrementar los 2,2 millones de euros que se registraron entonces contribuirán títulos como «La chica del tren» (Planeta), de Paula Hawkins, y «Grey» (Grijalbo), de E. L. James, lanzados antes del verano; pero, sobre todo, las novelas que están por llegar o que lo han hecho en estos días.

En lo que parece una carrera de fondo, el Usain Bolt de este campeonato ha sido David Lagercrantz. Aprovechando la última semana de agosto (el 27, para ser exactos), cuando los sellos aún se están desperezando, Destino publicó «Lo que no te mata te hace más fuerte», la cuarta entrega de la saga «Millennium», creada por Stieg Larsson y que el mencionado autor sueco se ha encargado de continuar. Los casi tres millones de ejemplares que se pusieron en circulación en todo el mundo (250.000 en español) llegaron a las librerías rodeados de un secretismo absoluto.

Críticas y secretismo

Lagercrantz escribió la novela en un ordenador que carecía de conexión a internet y, una vez entregado el manuscrito (en mano) a los editores, los traductores de la novela trabajaron en las mismas condiciones que su autor. Sin entrar a valorar la operación de marketing, más propia del negocio cinematográfico que del editorial, lo cierto es que la piratería provoca pérdidas anuales de 150 millones de euros en el sector español, por lo que toda precaución es poca. A falta de las primeras reseñas españolas (los ejemplares comenzaron a llegar a las redacciones el mismo día de su publicación), Michiko Kakutani, la pope de la crítica literaria, escribió en «The New York Times» que el libro no defraudará a los fans de Larsson. Veremos.

La Kakutani también dio su bendición (a su manera, pero la dio) a «Pureza», la nueva novela de Jonathan Franzen, que Salamandra publicará en España a principios de octubre. Después de ser encumbrado por la revista «Time» a los altares de la «Gran Novela Americana» con «Libertad» (2011), el escritor estadounidense regresa con una historia marcada por los secretos y protagonizada por una joven (Pip Tyler, con homenaje a Dickens incluido), a lo largo de varias décadas y continentes.

Otro grande que vuelve tras una prolongada ausencia es Orhan Pamuk; el Nobel de Literatura ha trazado en «Una sensación extraña» (Literatura Random House) el mapa más «underground, político, sucio y conflictivo» de Estambul (ciudad que lo vio nacer), en una trama que transcurre entre 1969 y 2012. El turco compartía, hasta ahora, editorial en España con Salman Rushdie, pero el autor de «Los versos satánicos» se ha puesto el cheque por montera y ha vuelto a Seix Barral, que el 6 de octubre publicará «Dos años, ocho meses y veintiocho noches», una historia de amor entre dos dioses que arranca en un futuro próximo, en la denominada Era de la Extrañeza.

Sonados regresos y grandes damas

Ya con Silvia Sesé (editora que descubrió el fenómeno Larsson en nuestro país) como mano derecha de Jorge Herralde, Anagrama afronta el nuevo curso editorial con tres de sus grandes nombres en nómina: Ian McEwan, Martin Amis y Richard Ford. Del primero aparecerá en octubre «La ley del menor», novela que (dicen) pide ser leída de una sola sentada, y del segundo «La zona de interés», una historia coral –con trazas de opereta– en torno a un campo de concentración nazi que fue rechazada por editores franceses y alemanes. Y hasta noviembre o diciembre habrá que esperar para leer «Francamente, Frank», cuarta entrega de la serie protagonizada por Frank Bascombe, que el escritor estadounidense ubica en la Nueva Jersey destrozada por el huracán «Sandy».

Margaret Atwood y Joyce Carol Oates, las dos grandes damas de la literatura anglosajona actual (a falta de Alice Munro), también brillarán en el firmamento editorial este otoño. Lumen recupera «Nada se acaba», ópera prima de la autora canadiense inédita en España, y Alfaguará publica «Mágico, sombrío, impenetrable», libro de relatos en el que la estadounidense desnuda la oscuridad que habita el alma humana. A ellas se suma Elena Ferrante, cuya identidad es todo un misterio (se especula, incluso, con que sea un hombre); «No he escogido el anonimato. Mis libros están firmados», decía en una entrevista reciente con «Vanity Fair». Más allá de identidades (y géneros), a mediados de octubre aparecerá «La niña perdida» (Lumen), novela que cierra la saga que empezó con «La amiga estupenda» y que ya ha recibido elogiosas críticas.

El trono del best seller se lo disputarán Stephen King («Revival», Plaza & Janés), John Grisham («El secreto de Gray Mountain», Plaza & Janés) y Christian Jacq («La tumba maldita», Planeta), mientras que la sorpresa literaria de la temporada la protagonizarán Miranda July («El primer hombre malo», Literatura Random House) y Owen Sheers («Vi a un hombre», Reservoir Books). Sin olvidar los «Cuentos completos» (Malpaso) del recientemente fallecido E. L. Doctorow o los dos primeros libros de Haruki Murakami, hasta ahora inéditos (Tusquets).