LIBROS
«Enciclopedia B-S»: El siglo XX en dos familias
José Emilio Burucúa repasa en la «Enciclopedia B-S» las vidas de los integrantes de dos genealogías en una época turbulenta
La muerte lo sorprendió cuando acababa junio, en su casa de la serranía de Segovia, desde donde gobernaba la editorial que fundó en 2006, la intachable Periférica. Un infarto tuvo la culpa. Editor, escritor y galerista, a sus 50 años Julián Rodríguez todo lo había leído, todo lo sabía, y de nada presumía. En eso consistía su sofisticación: en la elegancia con que reivindicaba sus orígenes como hijo de campesinos extremeños, en el exquisito gusto que exhibía con sus descubrimientos. Autores que cayeron en el olvido del tiempo, jóvenes talentos que nada tienen que ver los letraheridos que tanto (se) venden en este emponzoñado mercado editorial y clásicos que acumulaban polvo en librerías de viejo conforman un catálogo lleno de aciertos.
«Nuestra Enemiga nos ha castigado en el fondo y en la forma de lo que escribimos y ha herido las formas y la sustancia recóndita de las emociones que cultivamos», podemos leer en las primeras páginas de la «Enciclopedia B-S» , la última jugada de Julián Rodríguez. Murió «mientras leía las cuartillas de la Enciclopedia y preparaba la edición» de un libro que responde a esa «jovialidad bondadosa», a esa «cultura literaria fuera de serie», a esa «benevolencia hacia los autores» y a ese «arrojo generoso a la hora de decidir qué publicar».
« Enciclopedia B-S » es una obra extravagante, difícilmente recomendable por su exigencia, y al tiempo erudita y universal; precisamente lo que el lector de Periférica demanda de este sello. José Emilio Burucúa (Buenos Aires, 1946) recoge aquí las vivencias de los miembros de dos familias que, por acumulación, terminan por explicar el turbulento siglo XX. «Ordinarias en su excepcionalidad y extraordinarias en su sencillez», las semblanzas de los los Burucúa (B) y los Schreiber (S) cuentan por sí solas los años de las dos guerras mundiales, de la persecución nazi y de los levantamientos militares en América Latina.
En la obra de Burucúa no hay fechas, cronologías ni grandes acontecimientos que se expliquen por las decisiones de los líderes políticos de turno porque este no es un libro de historia, o no solo. Tampoco es un reportaje al estilo de «Los hijos», donde Gay Talese recurre a la experiencia de sus antepasados para narrar el camino que fue de los últimos años del XIX al despertar de la postguerra. Y sin embargo el autor imbrica ambos géneros con otros como la literatura de viajes o las memorias en un experimento que, con el formato de enciclopedia, va adquiriendo sentido a medida que las biografías de las decenas de personajes anónimos aquí retratados se relacionan entre sí y con su época.
Porque puede que la mejor manera de comprender cómo se resistía un bombardeo sea con los chistes que se contaban en los refugios. Porque la dictadura peronista quizá se entienda mejor cuando una madre le explica a su hijo de 6 años que la diferencia entre una democracia libre y una tiranía es que en la segunda conviene callar. O en aquel titular del Times londinense el 1 de julio del 74: «Perón died, his Widow takes Power». Y porque pocos representan tan bien el éxodo de los judíos como esa pareja que primero se casó en Palestina y que, caducada la autoridad del gobierno británico en el territorio, hubo de revalidar de nuevo su unión en Rumanía, Israel y Francia antes de viajar a Argentina, en 1956.
Siempre será más fácil conocer el pasado en novelas históricas con amores imposibles que leyendo un simulacro de enciclopedia, o con películas y series más o menos logradas; pero eso sería demasiado elemental para el catálogo de Julián Rodríguez.
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